Estrategia cafetalera e institucionalidad

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19 June 2018

La Asociación Cafetalera de El Salvador recientemente reprendió y presiono a los diputados de la Asamblea Legislativa por no aprobar la suspensión de embargos como una medida de protección a los productores en mora. Posteriormente con 51 votos a favor, los diputados de la anterior legislatura aprobaron el decreto que contiene la Ley Especial Transitoria de Suspensión de Embargos a Caficultores con Créditos Morosos en el Sistema Financiero Nacional y otros Acreedores. El decreto de suspensión de embargos se propuso como una iniciativa de la Mesa del Café.

El presidente Sánchez Cerén observó el decreto Decreto N.º 948 debido a que estima que no va permitir desarrollar todas las acciones complementarias para lograr en plenitud la reactivación de la caficultura nacional; de manera que, ese decreto, al entrar en vigencia no cumpliría la finalidad para lo cual fue aprobado. El presidente, recomendó a la Asamblea Legislativa que apruebe todas las condiciones necesarias, principalmente las de índole financiera, para que el conjunto de acciones diseñadas en favor del sector caficultor surtan los efectos esperados.

El problema de fondo radica en la estabilidad y sostenibilidad financiera de la banca estatal, como es el Banco de Fomento Agropecuario y especialmente el Banco Hipotecario; bancos que siguen dando créditos a cafetaleros pese a que la mora no siempre se debe a problemas como la roya o el exceso o falta de lluvia.

En la medida que los bancos se comprometen con el sector, también los beneficiados con préstamos se tienen que comprometer pagando en la forma establecida, teniendo una buena responsabilidad de pago. Si bien ha habido problemas con fenómenos naturales, también existen casos de refinanciamientos que no se quieren pagar.

Es evidente que el sector cafetalero no es destino atractivo para los recursos de la banca, esta es una situación de fondo que se tiene que atender para poder revertir las causas de la caída de la productividad y producción del café, en tanto que, a la par de las obligaciones derivadas de la acumulación de deudas, al caficultor difícilmente se le otorgan recursos financieros frescos.

Una de las principales críticas sobre el abordaje de la problemática de la caficultura se centra en la falta de una política real por parte del Estado para resolver la baja producción del grano, que cada año deteriora su producción. Desde que el gobierno dejo en abandono Procafé, los caficultores, especialmente los pequeños, carecen de investigación para prevenir y combatir enfermedades del parque cafetalero.

Las acciones que debería impulsar Presidencia de la República, como medida básica complementaria, es la creación de una institución privada de servicio público, autónoma, con patrimonio propio y con fuentes de fondos privados por Ley. El objetivo es fortalecer la economía nacional a través de la producción y exportación de café con institucionalidad con diferentes atribuciones, como representar al sector caficultor, desarrollar y ejecutar políticas cafetaleras tanto a nivel nacional como internacional, promover café salvadoreño.

Un gremio de café unido puede materializar una institución representante de los caficultores nacionales, velar por los intereses del sector y ser responsable de prestar los servicios efectivos para lograr una caficultura sostenible, competitiva y de calidad. Debemos aprender de ejemplos en países vecinos, que nos demuestran que están produciendo más porque comparten una sola visión, con notoria unidad en la ruta a seguir como país. Y siendo nosotros los más pequeños en la región no puede el sector cafetalero darse el lujo de seguir dividido.

Dejar las cosas como están, y sin unidad, significará mantener una producción de medio millón a un millón de quintales.

Sin duda alguna el café es parte de nuestra identidad nacional.

Exministro de Economía

resmahan@hotmail.com