¡Chinguilín!

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Por Carlos Alfaro Rivas

12 June 2018

¡Al fin! Pasado mañana se inaugura el evento deportivo más importante del planeta Tierra: 32 naciones aspirando la corona del Rey Fútbol 2018-2022. Tres billones de terrícolas tendremos las dos pupilas pegadas en la inauguración, los 64 mascones, y en la clausura del Mundial, este año en Putinlandia.

La expectativa ha sido larga, durante un recorrido que arrancó, en julio 2015, con 208 países hambrientos por clasificar. Nuevamente la Selecta empezó bien, pero poco duró la alegría. “¡Selecta, despertá!”, grita enojada la lorita Pepita.

La poderosa FIFA, recién sacudida por la renuncia de su eterna cabeza, Sepp Blatter, tras un escándalo masivo de corrupción, logra definir las 32 banderas que tendrán la dicha de verse las caras en Rusia. Costa Rica, Panamá y Perú brillarán por su presencia. El Salvador vuelve a dar pena por su ausencia.

La sede de la Copa del Mundo # 21; destino misterioso, historia de poder, que invita a descubrir. ¿Qué es lo primero que se le viene a la mente al escuchar Rusia? “A mí, vodka”, dice la lora metida.

¿Se imaginan la cantidad de vodka y Baltika que se consumirá en Rusia entre el 14 de junio y el 15 de julio? El deporte rey inyectando una vacuna económica, cultural, política y social sin precedente. Terminando Brasil 2014, Rusia encendió la maquinaria de construcción para mostrar su mejor cara al mundo entero. Qatar ya la encendió para 2022. ¿Irá El Salvador?

Los hoteles y Airbnb’s, en todo Rusia, están full; las aerolíneas, bares, restaurantes, supermercados, taxis, tours y la vida nocturna también.

La noche del pasado viernes tuve una pesadilla: Funes y la Michi, asilados por el hijo de Putin, gozando la inauguración de la experiencia sin igual del Mundial en el palco presidencial. Desperté sudoroso, contando los días para ver al fugitivo, no en Moscú ni en Managua, sí en Mariona.

Volvamos al chorro de billete que abre el fútbol. La presión es más fuerte en los 32 países que pasan el colador (su PIB gana un punto en año de mundial), pero siempre es fuerte en el resto del mundo. Miremos a El Salvador.

Cada cuatro años se endulza la melodía de la caja registradora de nuestra economía. Las marcas aprovechan la pasión del fútbol para entrar en la mente y corazón de su consumidor. Chinguilín suena en las agencias publicitarias y en los canales de televisión, sobre todo en el Gato del 4, por tener los derechos de transmisión. Dicen que este año la FIFA cobró tres veces más por los derechos que en Brasil 2014, pues incluye 300 millones de aficionados que verán los partidos en su smart phone. Chinguilín hacen las impresoras, los periódicos, los valleros, las productoras, los fotógrafos, los locutores; bendita melodía que mantiene a flote la bella industria de la comunicación.

Chinguilín en Panini, en nuestros restaurantes y bares; Selectos y WalMart; Acacias y Uber; Pumas y Unos; Claros y Tigo; Visa y Mastercard; La Curacao y Omnisport; Vidri y Freund; Jaguar y Sports Line; y para curar los excesos de comer, tomar y gritar, chinguilín en la San Nicolás y la Farma Value. Chinguilín también en el delantal de la doñita que vende camisetas y banderas en la esquina. “Seño, ¿cuál mueve más?” “Argentina, Brasil y Alemania, ¿cuál va querer amorsh?”.

El fútbol es bálsamo, no solo paras las marcas que están activas, sino para nuestra alma. Lástima que no es bálsamo extra strength, pues ese solo brota en 32 países, pero sigue siendo bálsamo. Para aliviar el stress y estimular el flujo de dopamina, úntese una dosis diaria durante los próximos 32 días. Cae bien; 32 días de quinielas, barbacoas, galillos irritados; de dos que tres Pilsener; boquitas, muecas y carcajadas; de reuniones con la familia y la cherada.

Ahhh, y este mundial será aún más especial, pues gritaremos ¡GOL! y ¡SALUD! con una sensación todavía más dulce de la que sentimos el 31 de mayo de 2014, fecha en que desfilamos despidiendo a “Funes, te guste o no te guste, TE VAS!

“Funes, te guste o no te guste, TE VAS a Mariona”, cacaraquea la lorita Pepita. No suelte la pita, señor Fiscal.

Publicista calinalfaro@gmail.com