Llegó el “Día D” para ARENA

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Por María Alicia de López Andreu

20 April 2018

Las primarias que mañana efectuará ARENA han despertado gran interés, dentro y fuera de los afiliados al partido. Lógico, dado que muy posiblemente el elegido llegue a Presidente de la República en 2019. Por eso, para recuperar la confianza de los salvadoreños, ARENA deberá ser un ejemplo de civismo y hermandad, especialmente a partir del lunes 23. Porque cuenta con tres precandidatos con excepcionales cualidades personales, pero solo uno ganará. Es imperativo, entonces, que TODOS, tristes o contentos, se unan apoyando a quien resulte el candidato oficial; que lo hagan sin rencores, con sinceridad, mística y entusiasmo, dispuestos a trabajar por El Salvador, ganando el Ejecutivo para el próximo quinquenio.

Es necesario que cada arenero vote analizando a quién necesita nuestro país para salir de la actual debacle. Los medios de comunicación formales (hasta que lo impidió la criticada intervención del TSE) dieron amplia cobertura a este proceso, facilitando así el decidir quién es el mejor. Para ello, visualícelo no en campaña, sino en Casa Presidencial, situado ante infinidad de gravísimos problemas. Pregúntese qué hará cada quién: ¿sabrá priorizar, dirigir, ejecutar? ¿Tendrá el carácter y la fortaleza para defender los principios y la razón, sin acobardarse por palabras como “polarización”? ¿Trabajará por la reconstrucción moral y total de la nación? ¿Tendrá la capacidad para escuchar y delegar, pero asumiendo toda la responsabilidad por las decisiones tomadas? ¿Tiene los conocimientos y formación académica necesarios para los momentos actuales? ¿Sabrá implementar medidas concretas y efectivas? ¿Formará un equipo unido e idóneo, capaz de iniciar el cambio de rumbo indispensable para mejorar? ¿Gobernará con mano firme, pero amigable, con sabiduría y humildad? ¿Ha tenido la experiencia de liderar hacia un fin común a grupos con intereses divergentes? ¿Está habituado a las relaciones internacionales? ¿Debate los temas con seriedad y verdad, sin salirse poéticamente por la tangente ni repetir discursitos motivacionales? ¿Es idealista, pero tiene los pies firmes sobre esta tierra cuscatleca? Etcétera.

Si usted irá a votar mañana, sígase preguntando hasta el cansancio; por favor, hágalo. Vote sin que le haya quedado ni un ápice de duda. Y si ha leído todas las porquerías que se comentan en los troles y vertederos semejantes, ¡deséchelos, no se envenene!

Cuando ARENA, por primera vez, trató de hacer una especie de primarias, fueron precandidatos el licenciado Carlos Quintanilla Schmidt, Tony Saca y el licenciado Mauricio Sandoval, quien se retiró antes de la elección y quedaron solo dos en la contienda. La mayoría, por su popularidad y carisma, votó por Tony Saca. Muchos comentaron que el Lic. Quintanilla sería un excelente presidente, pero “carecía de la popularidad necesaria para un candidato”. Me pregunto: ¿cómo estaría hoy nuestro país si, entonces, en lugar de “popularidad” se hubiese elegido “idoneidad”? Sin duda, ¡estaríamos mejor!

Un error semejante no puede repetirse, porque el próximo Presidente encontrará un país casi fallido. Necesitamos de alguien que posea una inmensa y demostrada fortaleza, que haya llegado al “Día D” luchando y venciendo contra infinidad de obstáculos internos y externos, sin apoyos que le comprometan para el futuro. Importantísimo detalle, porque contará con la independencia suficiente para hacer los cambios que el partido y nuestro país requieren y así recuperar el favor del electorado.

Dios permita que los areneros nos regalen el candidato que El Salvador necesita. Es decir, a Javier Simán.

Columnista de

El Diario de Hoy