¿Progreso o retroceso?

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Por Julia Regina de Cardenal

20 April 2018

Desde hace varias décadas intereses extranjeros fuerzan de una o de otra forma a nuestros legisladores para que aprueben legalizar el negocio sangriento del aborto. En los últimos días la campaña mediática y la presión ha incrementado hasta el punto que muchos diputados están indignados por la visita de algunas personas de influencia que han llegado a intentar darles órdenes de votar a favor de aborto. ¿A qué se debe esta carrera? A que en las elecciones pasadas los salvadoreños, cansados de la corrupción, la violencia y decadencia moral, votamos por candidatos que consideramos tienen buenos valores y principios morales, que defienden la vida y la familia.

Este 1 de mayo se les acabará el tiempo a los promotores principales del aborto, quienes se van de la Asamblea Legislativa.

Entre los argumentos a favor de la legalización del aborto que dan son que legalizar matar salvadoreños por nacer es “progreso” porque somos de los pocos países que defienden su derecho a la vida. ¿Desde cuándo matar es progreso? Al contrario, estamos orgullosos de ser de las únicas naciones que no nos hemos dejado corromper ni comprar por la industria del aborto, la cual está sufriendo un golpe grande con el cierre de sus mataderos de niños alrededor del mundo.

Utilizan pretextos que conmueven pero retorciendo la verdad con soluciones que solo favorecen a su negocio y no la mujer. Varias organizaciones de médicos y de bioética se pronunciaron públicamente sobre la contradicción de pedir el aborto para la salud y vida de la madre, por violación o por malformaciones congénitas. Claramente la solución para los problemas de embarazos de alto riesgo o en dificultades nunca puede ser la violencia o la muerte.

Aunque tratan de ocultar su fin último, siempre se les sale que buscan legalizar totalmente esta barbarie argumentando que “la mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo” (es decir derecho a matar por cualquier razón a su hijo por nacer); que “este solo es el principio”, que lo que están pidiendo es “el mínimo de los mínimos”, sabiendo que al lograr estos “casuales” ya pueden abrir sus carnicerías y cualquier mujer puede llegar a decir que fue violada o que tiene problemas de “salud mental”.

En la plenaria Legislativa celebrada el miércoles pasado los congresistas agradecieron la llegada de muchos salvadoreños, en su gran mayoría jóvenes comprometidos a defender la vida de las madres salvadoreñas y de sus hijos por nacer. Diputados de PCN, ARENA, PDC y GANA recibieron con entusiasmo, alegría y apoyo más de 20,000 firmas con DUI a favor del derecho la vida que se recolectaron solamente en el fin de semana pero se seguirán entregando, según se vayan recibiendo.

Los mensajes que llevaban los jóvenes decían: “abortar es matar”, “El aborto no te desembaraza sino te convierte en la madre de un bebé muerto”, “Importan las dos vidas”, “el aborto destruye a la mamá y mata a su hijo”, “¿Aborto seguro? Seguro que alguien muere?”, “Que el vientre materno sea cuna no ataúd” y muchos otros.

La mayoría de los diputados están claros de que el aborto es un negocio que utiliza y explota a la madre, matando sangrientamente a su hijo. Les preocupa la evidencia de la gran cantidad de dinero extranjero que se les paga a los promotores del aborto pero están comprometidos a defender la Vida, la Constitución y nuestra Soberanía. GRACIAS DIPUTADOS POR DECIR SÍ A LA VIDA.

Columnista de El Diario de Hoy.

Master en Desarrollo Humano

Master en Asesoramiento Familiar