Síndrome Post-Aborto

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Por Lorena Bolaños de Ábrego

18 April 2018

Lorena Bolaños de Ábrego

Para la mayoría de las personas este síndrome es desconocido, como lo fue para mí durante muchos años. Por aquellos regalos de Dios, me pidieron que tuviéramos acá en El Salvador, a través de la comunidad católica Nueva Alianza (comunidad a la que pertenezco), los retiros de VIÑEDOS DE RAQUEL. Un retiro de sanación para curar el dolor del aborto.

Las personas creen que, al abortar, la vida continuará como que si nada, que después del aborto la vida seguirá igual. Pueden sentir al principio que se liberaron de un problema, pero realmente no es así; con el tiempo comienzan una serie de síntomas cuya causa no se podrá detectar, ya que jamás podrán imaginar que ese aborto que cometieron traería esta serie de consecuencias psicológicas y espirituales que aparecen después de unos años.

El aborto es un trauma y se convierte en un “duelo prohibido” porque hay un sentimiento de culpa que no se logra quitar ni con la confesión para los católicos, ni hablar con un pastor, ni nada, es algo tan doloroso en la mujer que le toca sufrir en silencio.

Las mujeres no revelan haber tenido abortos y son propensas a sufrir sentimientos no resueltos de culpabilidad, vergüenza. Este evento traumático está acompañado por un miedo intenso, terror, sentimientos de desamparo. Sufren de hiperansiedad, reflejada en desorden de ansiedad y pánico. Sufren ataques de ansiedad, acompañada de mareos, dolores de pecho, desmayos, temblores, palpitación, nausea, sudoración, dolores de cabeza, diarrea, calores, fríos… y esto las hace ir frecuentemente al médico buscando un medicamento que las alivie o le descubran la enfermedad que padecen. Esto es el Síndrome Post-Aborto.

Dificultades de sueño, comportamiento agresivo, irritabilidad, arranques de ira y de rabia. Las personas que participaron en un aborto reviven el trauma con frecuencia con ciertos paisajes, sonidos, olores relacionados con la pérdida, episodios de muerte, aniversarios, música, clima. Sufren de bulimia y anorexia, tienen trastorno obsesivo por la limpieza, se refugian en el alcohol y las drogas.

Jamás hubiera creído en esto si no es porque ya son 5 años de estar en el programa de El Viñedo de Raquel, que ya está en más de 80 países asistiendo a tanta mujer que carga con este dolor y siente que ha perdido la vida.

El aborto no te cura, el aborto te enferma y no solo a la mujer, el hombre que hizo abortar a la mujer igualmente carga con un sentimiento de culpa que trata de adormecer de muchas maneras.

He visto el trauma, el dolor, la angustia, la depresión, el intento de suicidio de cientos de mujeres que abortaron. Mujeres que perdieron el deseo de vivir llevando esta carga tan grande, de haber tomado la decisión de abortar muchos años atrás. Se le puede engañar a una mujer que lo que lleva dentro de su vientre es un conjunto de tejidos, pero el instinto de madre, con el tiempo, le dice que fue un bebé, su hijo a quien abortó.

El dolor del aborto lo lleva la esposa, la joven violada, la novia, la amante, todas experimentan el mismo dolor.

Con el hecho de despenalizar el aborto, el trauma y dolor seguirá. El hecho de que sea legal no significa que la mujer queda absuelta interiormente de haber matado al bebé que llevaba en sus entrañas.

Colaboradora de

El Diario de Hoy