Es hora de El Salvador

descripción de la imagen

Por Inés Quinteros

10 April 2018

El mundo está cambiando. El jueves pasado, el felino deportivo del 4 decidió transmitir el interrogatorio, llamado debate, en vez del clásico Alianza-FAS (felicidades Santa Ana). Lo más probable es que, al igual que yo, primero buscó a los precandidatos nacionalistas, en otros canales, antes de parquearse una hora en el 4. Mis hijos no se complican, lo encontraron a la primera en Facebook, pero yo prefiero echarme en el sofá frente a 55 pulgadas.

También me llamó la atención que el canal no le sacó provecho publicitario, coordinando con los organizadores, cortes comerciales. Los televidentes lo agradecemos, pues pese al altísimo rating de la transmisión, nos dejaron concentrarnos, sin interrupciones, en cada mueca y respuesta de los tres mosqueteros.

Bien hecho. El contenido de interés nacional no se debe interrumpir con publicidad. El pulso de la Nación clama corregir rumbo y, francamente, solo Simán, Calleja, o mejor aún, Simalleja, son capaces de enderezarnos. “Voto por Gustavo López como ministro de Salud”, grita la lorita Pepita.

El Salvador también está cambiando, pues es primera vez en nuestra historia que vemos una sana y armoniosa competencia, entre candidatos de un partido. Puntos a favor de ARENA, pues los otros pierden sus puntos al definir sus candidatos con el dedo del poder.

Un buen primer esfuerzo; copia cuscatleca de la selección de candidatos Demócratas y Republicanos del norte, menos las inmediatas y minuciosas evaluaciones de experimentados presentadores noticiosos y sus panelistas.

Seguro si las tendremos en los rounds 2 (jueves 12) y 3 (jueves 19) del camino nacionalista por un mejor El Salvador. Espero también, los ciudadanos tengamos la oportunidad de preguntar, a lo tiro al plato, y no depender de moderadores con preguntas kilométricas que nos pierden y provocan respuestas difusas.

Mi balanza del primer round, y ojalá el de la mayoría de los que tienen voz y voto en la elección, se inclina hacia el aspirante con la cabeza más brillante, gracias tanto a materia gris como a la falta de cabello. No tengo el gusto de conocerlo pero, además de su cabeza, cuenta con una brillante hoja de vida, y me identifico con sus principios, su molde no político y su amor por El Salvador.

Javier Simán entró en escena relajado, sonriente y sin papeles. Mi tocayo, y el futuro Ministro de Salud, también salieron sonrientes a la palestra, pero les percibí pulsaciones cardíacas más elevadas y - mal hecho, con notas de posibles respuestas en sus manos.

El amor por El Salvador también fue común denominador. Un amor que se debe enfrentar con firmeza y no con cantos de sirena. Firmeza que se palpó en Simán, cuando puso la justicia antes que el perdón. De acuerdo contigo Javier, la impunidad no puede seguir bailando en nuestras narices. “¡Ni tampoco en Nicaragua!”, grita la lorita encachimbada.

El premio por la espontaneidad se lo llevó Javier Simán. Fue más campechano y directo, hasta chisteó con que si hay soca entre los tres, lleva las de ganar pues nadie le puede jalar el pelo.

Calleja entregó un speech más preparado, con peso en su “Nueva Visión” y éxito de su fundación. Bautizar planes de gobierno no funciona en El Salvador; para muestra Fábrica de Empleos, Supermano Dura y Nuevas Ideas. Bonitos nombres, pero entran por un oído y salen por el otro.

Hablando de Nuevas Ideas, y con mi percepción del primer debate bajo el brazo, insisto que Simalleja fuese la fórmula aplanadora que, en primera vuelta, dejaría sin aire al vendedor de espejitos, y endeudador de alcaldías, y despejaría el camino hacia la reactivación que tanto necesitamos.

Percibí sinceridad en el mensaje de unidad de Carlos Calleja, en caso el 22-4 salga electo Javier Simán. Cruzo los dedos para que ambos unan sus ganas, su experiencia y su amor por El Salvador, y juntos conformen un gabinete, capaz y transparente, que logre encender los motores de nuestro Pulgar.

El mundo está cambiando. Es hora de encerrar egos en el closet y enfocarnos en construir un país de oportunidades, en el que podamos realizar nuestros sueños. Es hora de El Salvador.

calinalfaro@gmail.com