Oportunidades

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Por Elizabeth Castro

06 April 2018

Con el acelerado desarrollo de los medios de comunicación y de transporte la globalización es un fenómeno que ya no tiene marcha atrás. El mundo ya dejó de ser un conjunto de burbujas aisladas con escasas vías de comunicación entre ellas. Se ha convertido en una especie de cerebro cuyas partes están profusamente interconectadas. Y la tendencia, los pronósticos y hasta el sentido común indican que esto no hará más que acentuarse. De la capacidad para adaptarse y de la habilidad para incorporarse activamente a esta realidad dependerán el destino de los países y el bienestar de sus habitantes.

Una forma en que se ve de forma concreta la incidencia de la globalización es en el intercambio de bienes. Ahora resulta relativamente sencillo traer un repuesto de vehículo desde el país que lo fabrica, o de China, si se quiere más barato. Un cultivador de flores del Volcán de Santa Ana puede vender su producto en Alaska si se toma el tiempo de aprender cómo hacerlo. Las posibilidades son infinitas si se tiene el conocimiento, el empeño y la creatividad.

El Salvador tiene dos grandes ventajas en este sentido. Una es su estratégica ubicación geográfica. Su localización accesible para los dos subcontinentes y Europa es, en una palabra, privilegiada. La otra es que una cuarta parte de salvadoreños reside en países desarrollados. Ambas cosas tienen un inmenso potencial.

Como ya dijimos las posibilidades son múltiples y cada quien desde su área debería tomar en cuenta lo señalado. Por mi parte quiero llamar la atención sobre una de estas posibilidades que si bien ya se ha trabajado en cierta medida todavía está retrasada si observamos otros países de la región. Me refiero al turismo médico.

Países como Argentina, Colombia, México, Costa Rica y Brasil son grandes receptores de turismo médico. Tradicionalmente estos países han sido muy exitosos en el llamado turismo de bienestar (vacaciones, recreación), tanto que sus economías están fuertemente basadas en este rubro. Ahora también están incursionando en el turismo médico, y muchos extranjeros llegan cada año a tratarse problemas de salud. Argentina está muy avanzada en esto, y para poner solo unas cifras proyecta, para el año 2020, captar 500 millones de dólares en concepto de turismo médico. En Centroamérica es Costa Rica la que va a la vanguardia, con cifras de visitantes que aumentan año con año.

Y nosotros tenemos una mejor ubicación geográfica que Argentina, y una población de connacionales viviendo fuera del territorio inmensamente superior a la de Costa Rica. Incluso no tendríamos que atraer pacientes extranjeros, con solo una fracción de los salvadoreños viviendo en el exterior bastaría. Si se analiza bien es una situación ganar-ganar: en El Salvador aumentan las fuentes de empleo (directo e indirecto) y los ingresos, y los connacionales reciben buena atención médica a una cuarta parte de lo que cuesta en sus países de residencia.

Áreas como la Cirugía General (electiva), los trasplantes, la Cardiología (especialmente la intervencionista), la Odontología, la Oftalmología y la Cirugía Plástica, son especialmente propicias para el turismo médico.

Para obtener buenos resultados se necesita de la inversión privada que ponga a punto infraestructura y equipo de primer nivel, capacitación de médicos y personal paramédico; y la intervención del Estado a través de organismos de regulación y promoción en el exterior. Definitivamente, son oportunidades que deben tomarse muy en cuenta.

Médico psiquiatra.

Columnista de

El Diario de hoy