Las internas en ARENA

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Por Elizabeth Castro

05 April 2018

Este día celebran en ARENA el primer “debate” entre los precandidatos a la presidencia de la República. En 2008 se aplicó la misma modalidad y los encuentros degeneraron en meras presentaciones de propuestas en las que el reglamento aprobado por la dirigencia prohibió la réplica entre los contrincantes. Esa decisión impidió el contraste de ideas y limitó significativamente los objetivos de la iniciativa. Los temas y las preguntas estaban preparados a la medida de quien finalmente ganó. La falta de discusión no permitió identificar los rasgos de cada presidenciable y al final se impuso la sonrisa sobre la propuesta, la arenga en lugar de la razón y el “dedazo” por encima de la voluntad de los miembros del partido.

Al que intentó salirse del “guion” le amenazaron con expulsarlo de la contienda. A pesar de esa advertencia en uno de los tres “simulacros de disputa” se escuchó la sugerencia de aprobar una ley que promoviera el acceso a la información pública. Ese “atrevimiento” se hizo en clara rebeldía con la posición del gobernante del país y presidente de la organización partidaria de derecha quien en reiteradas ocasiones expresó que la mejor legislación para regular aquella materia “es la que no existe”. Las notas periodísticas destacaron que esa medida marcó ventaja para el pretendiente que la hizo.

En aquellas primarias el voto fue a “mano alzada” y con la presencia atemorizante de algunos de los integrantes de la dirigencia. Los electores sabían que un voto en contra de la directriz del Coena podría significar, como mínimo, su expulsión del partido. Además los directores departamentales endosaron públicamente su adhesión a un precandidato en medio de los reclamos de los otros postulantes. Aun y con esas intimidaciones varias decenas de juntas municipales y el sector empresarial respaldaron a uno de los precandidatos; pero no fue suficiente para imponerse ante el “bendecido” por la cúpula.

En este nuevo ejercicio los debates tienen que consentir la polémica entre los precandidatos. Además es necesario garantizar plenamente el voto libre y secreto. Si quienes eligen encuentran total dispensa para expresar su voluntad, la persona escogida gozará de una amplia legitimidad y promoverá la unidad del partido. Cuidado con “cargar los dados” convirtiendo los tres encuentros en simples exposiciones para no exhibir las debilidades de cada uno de los participantes. Ciertamente no se trata de protagonizar ataques personales que serían utilizados en contra de quien resulte designado; pero esta oportunidad es la ideal para comparar con absoluta precisión la personalidad, el conocimiento y las destrezas de quienes aspiran a gobernar El Salvador en el próximo quinquenio.

Un aspecto de fondo en las primarias es la integridad del padrón interno. En ARENA, y en general en todos los partidos, los militantes han de confirmar que los datos registrados en ese instrumento son los correctos asegurando su potestad de participar el día de la elección. Esta certeza se consigue con la consulta anticipada. Los afiliados no deben tener restricciones para verificar aquel registro por lo menos con dos o tres semanas de antelación al evento. Si este derecho es fundamental para los empadronados lo es aún más para los que compiten por la designación. Con el resguardo de los datos personales, a los precandidatos debe entregárseles el padrón con el mismo adelanto como muestra de la transparencia con la que actúan los órganos de dirección de los institutos políticos.

La posibilidad de la alternancia en el Ejecutivo durante 2019 es tan cierta como lo fue en 2009. Esta realidad impone la obligación al principal partido de oposición, lo mismo que a las otras fuerzas políticas, de mostrar a los ciudadanos, no solo a la militancia, que se practica internamente, con las mismas exigencias, la democracia que se exige cuando se celebran procesos electorales. Las internas son también la ocasión perfecta para comprobar que el populismo, los mensajes sin contenido y el show mediático no serán las estrategias utilizadas para obtener la candidatura y posteriormente la presidencia del país. En una época en la que las democracias se encuentran debilitadas por la falta de resultados de los gobiernos, los que buscan el poder deben preocuparse por construir políticas públicas serias, responsables y sostenibles.

Columnista de

El Diario de Hoy