ARENA en la encrucijada

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Por Inés Quinteros

17 March 2018

Después de las elecciones legislativas y municipales, entramos en la carrera por la Presidencia de la República. Dentro de unas semanas, ARENA llevará a cabo sus primarias para elegir al candidato presidencial. Este evento podría sentar precedente en la historia democrática de nuestro país si se respeta el voto y voluntad de las bases, dejando de lado el tradicional dedazo y cualquier imposición.

Se trata de una excelente oportunidad para ese partido y su lucha por recobrar credibilidad, ganar buena reputación y recuperar el Ejecutivo. Es un camino escabroso con numerosos obstáculos por superar.

Lo primero por vencer es la soberbia tras los resultados de las últimas votaciones. Varios miembros del partido han sido prudentes e insisten en tomarlos con humildad. Sin embargo, algunos por allí pregonan su victoria con triunfalismos como si el desplome del FMLN lo fuera todo. A ellos les recordamos que fueron incapaces de traducir el descontento de la población en votos, a pesar del nefasto gobierno del Frente, la baja aprobación de Sánchez Cerén y el deseo colectivo de cambiar el rumbo del país.

Al menos hasta el momento en el que escribo este artículo, ARENA habría obtenido -8 % de votos respecto a 2015. Matemáticamente vencieron, pero los números no parecen indicar que el electorado encontró una opción en ellos o está del todo satisfecho con sus propuestas. Son voces de alerta en una elección en la que hubo 178,538 votos nulos contra 48,822 de las anteriores legislativas. Si los consideráramos un partido, serían la quinta fuerza política del país, debajo del PCN y arriba del PDC. Evidentemente, entre los votos nulos no están solo aquellos ejercidos con voluntad de anular, sino también los que son consecuencia de diversos errores.

Un segundo obstáculo es la tentación de inclinar la balanza hacia un candidato o imponerlo. Se percibe buena voluntad por parte de la Comisión Electoral Nacional (CEN) que lanzó el proceso con el lema “Tu voto es secreto”. Luego del remedo de primarias de la época Saca, finalmente los más de 122 mil afiliados podrán expresar su preferencia en las urnas.

El partido cuenta con tres precandidatos de nivel y con gran trayectoria profesional. Quienes elijan deben hacerlo basados en su capacidad, seriedad de propuestas y factibilidad, y no solo motivados por quién ha organizado más eventos masivos, tiene más amigos entre la cúpula o está acompañado de más alcaldes y diputados.

Los debates serán una herramienta fundamental para escucharlos y ejercer un voto orientado por su desempeño y no por las “sugerencias” de algunos líderes. Es importante que rindan honor al nombre y no se conviertan en micrófonos abiertos de frases bonitas y slogans de campaña por el miedo de “división” que genera una sana confrontación de ideas.

Daría mayor credibilidad -y sería más coherente con el espíritu democrático- que esos eventos fueran organizados por medios de comunicación, sin imposición de temas o agendas, como suele suceder en las primarias estadounidenses. Sé que, por ahora, es pedir demasiado a un partido que ha prohibido a sus contendientes asistir a foros, debates o entrevista que no sean organizados por ellos.

El tercer obstáculo con el que se podrían topar es hacer un mal papel en los primeros meses de la nueva Legislatura. Deberán ser más protagónicos, frenando el despilfarro en toda la Asamblea y no solo a nivel de bancada, convirtiéndose en una oposición propositiva y constructiva.

Tendrán que buscar el voto de otras fuerzas políticas para lograr mayoría simple, no se diga calificada. Esto no puede ser excusa para caer en los pactos sucios o en la repartición de cuotas que benefician la corrupción. Estaremos atentos para que elijan un Fiscal General y magistrados para la Corte Suprema de Justicia independientes.

ARENA está en una encrucijada. Corresponde a sus miembros elegir la ruta que quieren seguir. En el horizonte se entrevé un camino encharcado por el populismo con figuras de aires mesiánicos que buscarían la presidencia. Hay que evitar caer en sus juegos, haciendo de 2019 una batalla de publicidad. El mejor remedio para la antipolítica es la política que ofrece propuestas concretas y creíbles a una población tan necesitada de soluciones reales.

Periodista. Máster en comunicación corporativa. jgarciaoriani@gmail.com