Y si hablamos del Alcalde Metropolitano

.

descripción de la imagen

Por Inés Quinteros

02 March 2018

La sociedad salvadoreña está exigiendo de sus funcionarios, de todo nivel, una administración más efectiva de los recursos que se nos confían y, lo más importante, demanda que haya una solución oportuna a sus problemas.

De hecho, en un sector de la ciudadanía se afinca el criterio que gran parte de este ideal pasa por la reducción de la burocracia y la grasa estatal; sin embargo, no todo puede ser juzgado a partir de esta premisa. Debemos tener en cuenta que en nuestro país es necesario contratar más policías, médicos, enfermeras, maestros y, siempre se puede considerar la posibilidad de crear nuevas instituciones que den respuesta a una realidad cambiante, que satisfagan las necesidades de la población.

Es por eso que, a partir de mi experiencia como Alcalde de San Salvador, Coordinador del Consejo de Alcaldes del Área Metropolitana de San Salvador (Coamss), Presidente del Instituto Salvadoreño de Desarrollo Municipal (Isdem) y de conocer el funcionamiento de los gobiernos locales en otras latitudes, pienso que debemos comenzar a analizar la creación de la figura del Alcalde Metropolitano.

En América Latina escuchamos hablar de instituciones similares como la Alcaldía Mayor de Bogotá, dirigida por Enrique Peñalosa, quien impulsó el sistema del Transmilenio en dicha ciudad y nos asesoró en el proyecto del Metrobús.

Bogotá comprende 20 localidades, cada una dirigida por su propio jefe edilicio que atiende los problemas de su municipio, pero coordinan con la entidad superior las políticas públicas regionales, con una definición clara de sus respectivas competencias.

Dicha figura también existía en Venezuela, específicamente en Caracas, donde el último Alcalde Mayor fue mi amigo Antonio Ledezma, el que tenía bajo su responsabilidad cinco municipios: Libertador, del Distrito Capital; Baruta; Chacao; El Hatillo y Sucre, del Estado Miranda. En los dos casos, los alcaldes mayores llegaron al cargo producto del voto popular, pero en Venezuela, después que el oficialismo perdió la elección a este cargo en dos elecciones consecutivas, la Asamblea Constituyente eliminó esta instancia.

En nuestro país, luego del terremoto de 1986 que asoló la capital, los alcaldes de 14 municipios (12 del departamento de San Salvador y dos de la Libertad) constituyeron el Coamss, con el objetivo de unir esfuerzos en la reconstrucción y gestionar proyectos comunes de beneficio para la región.

Superada la crisis, el Coamss vuelve a tomar relevancia para la zona metropolitana en 1998 cuando 10 alcaldes del FMLN firman el contrato con la empresa Mides para el manejo de los desechos sólidos. El acuerdo es nocivo para las finanzas municipales. La empresa hace lo que quiere, es utilizada como arma política y no cancela las utilidades de la sociedad cuando corresponde.

Sin embargo, a la fecha, aunque algunas municipalidades, en posición individual, cuestionan el contrato, no se ha podido llegar a un consenso para la gestión de un acuerdo que lleve mayores beneficios a los gobiernos locales.

El tema de los desechos sólidos es nada más uno de muchos que necesitan ser atendidos a través de políticas públicas eficientes. Así podemos hablar del tráfico, el transporte público de pasajeros –aquí tenemos un Sitramss, un pésimo proyecto, impulsado por Gerson Martínez, que violentó la Constitución, con graves señalamientos de corrupción y que ignoró a los gobiernos locales– como temas en los que el abordaje regional daría mejores resultados.

Debemos hablar también de la reducción de la violencia, la vulnerabilidad, el abastecimiento de agua, entre muchos otros, en los que es necesario evaluar un impacto a la región metropolitana de casi 600 kilómetros cuadrados y en los que habita más de millón y medio de personas.

El Coamss es coordinado por el Alcalde capitalino; sin embargo, este funcionario, así como los otros que forman esta instancia, tiene como prioridad dar respuesta a los problemas que le plantean en sus ciudades.

Debemos ver hacia el futuro y los municipios de la región metropolitana no están aislados entre sí, de hecho, se debe considerar incluso incluir más municipios en esta área como Nuevo Cuscatlán, Zaragoza, Quezaltepeque.

La población aumenta y es necesario buscar alternativas que beneficien a todos y, si eso pasa por designar una cabeza responsable que dé respuesta a todos los vecinos de esta gran región metropolitana, por qué no considerarlo como una opción. Comencemos a discutir la viabilidad de este proyecto del Alcalde Metropolitano.

Diputado