Cada año, en forma independiente, si realizamos o no una “lista de propósitos“, sabemos que necesitaremos estar motivados para iniciar, continuar y finalizar las propuestas laborales, las intenciones personales y los planes familiares que son comunes a todos nosotros como seres humanos.
Sin embargo, la motivación constante no se encuentra dentro las características que las personas posean en forma habitual, sobre todo si el ambiente no es el adecuado o el entorno es tóxico, es difícil mantener el equilibrio y a veces, la motivación. Por esto es necesario reconocer que la motivación nace del interior de cada ser humano, por lo que el aprender a motivarnos y sobre todo hacer que esta motivación se mantenga en el tiempo, es una opción personal.
Esa es una de los tantas causas por las cuales los libros de motivación y automotivación se han vuelto tan populares. Todos ofrecen lo mismo y garantizan que la motivación será constante y perpetua, escasamente alguno de ellos se enfoca en que los procesos de motivación son particulares para cada individuo y, por lo tanto, no existe una sola regla general que cubra todas las necesidades.
La pregunta que muchos se harán es: ¿cómo mantenerse motivado si el ambiente es inadecuado o el entorno se ha vuelto tóxico?”. Las respuestas no son fáciles; sin embargo, brevemente comienzan con: 1. Mantener una actitud interna efectiva. El modo y la condición con que nos relacionamos con nuestro entorno estará condicionada con nuestra actitud interior. 2. Si es necesario cambiar de actitud para mejorar la motivación, esto dependerá de lo que pensemos. Ese es el reto verdadero de la automotivación, el cambiar la forma en que pensamos, la cual casi siempre se encuentra anclada en un pasado de derrota y fracasos imaginarios. 3. Relacionarnos con personas que compartan nuestras motivaciones. El mundo está lleno de tantos pesimistas que no nos hacen falta más, sin embargo eso es lo que usualmente encontramos, personas que se quejan por todo y por todos. Es difícil mantenerse motivado junto a personas pesimistas, es difícil convivir con personas de carácter mustio.
Sin duda la motivación es una constante de gran importancia, sobre todo en nuestros años de estudio, pues cualquier modelo de aprendizaje exige, ya sea en forma implícita o explícita una hipótesis en donde la motivación sea elemental para lograr mejores resultados.
De igual manera en el diario vivir, en donde nuestro proceso de aprendizaje aun no ha finalizado, por lo que la motivación sigue siendo de tanta importancia en la actualidad como pudo haber sido en nuestros años de instrucción educativa. La diferencia es que actualmente la motivación está en relación con eventos de mayor trascendencia: mantener una familia, conservar un trabajo y cuidar nuestra salud.
Solamente cuando logremos valorar que lo que realmente obtenemos o conservamos al mantenernos “motivados” es que le daremos la importancia real a esta palabra. Mientras tanto, debemos recordar que, para bien o para mal, al final todo comienza con una cucharada de motivación.
*Médico y columnista de El Diario de Hoy