¿Qué creer y qué no creer?

Como nunca han manejado una empresa, consideran que los empresarios son los culpables de la pobreza, al quitarle al pueblo lo que le es debido.

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Por Mirna Navarrete

13 January 2018

Las declaraciones de los principales miembros de la cúpula del FMLN y del Presidente y Vicepresidente de la República podrían crear confusión especialmente entre quienes todavía siguen esperando el cambio, la fábrica de empleos y la disminución de la pobreza. Es importante separar las peligrosas verdades de sus planteamientos, y las típicas mentiras de su ideología.

Sus verdaderas intenciones sobre el futuro del país, repetidas en los foros de Sao Paulo y en las conclusiones del Congreso del Partido, deben tomarse muy en cuenta porque son sus verdaderas pretensiones. Mantenerse en el poder indefinidamente mediante reformas a la Constitución, como en países vecinos, o recurrir al fraude electoral. Tomarse todos los poderes del Estado y controlar el poder económico.

Cambiar el sistema de gobierno representativo, por uno participativo, para que el pueblo decida mediante referéndum, hasta en temas de gran trascendencia para el futuro del país, y que no tiene la capacidad de comprender. Aunque nuestra Constitución únicamente permite este ejercicio para decidir sobre la unión centroamericana, para ellos, hasta las cláusulas pétreas pueden dinamitarse si les conviene.

Elegir por voto popular a los magistrados de la Sala de lo Constitucional, blanco de sus furibundos ataques porque no les permite destrozar nuestra carta magna, parece una pesadilla dentro de una película de horror, al imaginarse los candidatos que el FMLN propondría para sustituir a los 4 magníficos.

Serían cuadros con amplia experiencia guerrillera, destilando odio de clases, con títulos de dudosa legitimidad, y cuyas desastrosas gestiones durante el actual gobierno son una muestra del manejo que harían en la hoy respetada Sala de lo Constitucional.

Apropiarse de los medios de producción, para que pasen a manos del pueblo, es otra de sus grandes aspiraciones, porque como nunca han manejado una empresa, consideran que los empresarios son los culpables de la pobreza, al quitarle al pueblo lo que le es debido. Su incapacidad como empresarios la demostraron con la escandalosa quiebra de las empresas que con apoyo de Venezuela establecieron, y muy pronto desaparecieron. Quedan nada más sus deudas y el sufrimiento de los que tuvieron la desgracia de ser sus empleados, que no recibieron la indemnización que por ley les correspondía. Todo lo anterior son verdades varias veces repetidas que deben creerse.

La lista de mentiras es más larga y comienza con la repetición de que trabajan para el pueblo mientras disminuyen los presupuestos de salud, educación y seguridad, para aumentar los millones destinados a Capres y las autónomas, y no renunciar a seguros médico privados, lujosos vehículos, bonos inmerecidos y otros beneficios para ellos y sus familias.

Incumplimiento a derechos de trabajadores de salud y educación y problemas en el Ministerio de Trabajo, que ha puesto al país en la lista negra de la OIT. Conclusión: es totalmente falso su interés por el bienestar del pueblo y disminuir la pobreza mediante programas sociales.

Y más falsa y bochornosa la posición del Goes, expresada en las redes sociales por el Presidente, que no tuvo vergüenza de felicitar a sus funcionarios por haber logrado, mediante exitosas gestiones con funcionarios de EE. UU., que el TPS se prorrogara por 18 meses más, lo que fue desmentido por la Embajada y ridiculizado en CNN al afirmar que no es prórroga, sino una definitiva cancelación del programa.

Ante las aterradoras verdades sobre el futuro con que el Frente nos amenaza, y la sarta de mentiras con que pretenden confundir a quienes todavía les creen, la única opción para un futuro de paz y progreso ES SACAR AL FMLN DEL GOBIERNO.

*Columnista de El Diario de Hoy.