En su discurso de toma de posesión, el Presidente Sánchez Cerén anunció que Venezuela sería el faro que iluminaría su gobierno y Latinoamérica. Pero hoy parece que la tierra de Bolívar se hunde. No hay comida y la gente escarba en los basureros. Los millones dedicados a programas sociales no pudieron cubrir la demanda habitacional, y hay gente viviendo bajo los puentes. El salario mínimo, aumentado por decreto en varias ocasiones, alcanza la ridícula suma de $53.00.
La época navideña se convirtió en una desilusión porque la Revolución Bolivariana no repartió las bolsas de comida a los más necesitados, ni hubo entrega del pernil, que a precios subsidiados disfrutaban tradicionalmente los venezolanos. Se acusó a Colombia de retener los cargamentos y a Portugal que no enviar el esperado manjar. Aunque la empresa portuguesa aclaró que el gobierno de Maduro no le pagó los $36 millones por los perniles que mandó para la navidad 2016.
Pero para Maduro, las desgracias del sufrido pueblo venezolano se deben a las medidas tomadas por el imperialismo, con el apoyo del mayor enemigo Luis Almagro. Pareciera que sin el apoyo de los Estados Unidos, Venezuela no sobrevive, a pesar de ser el país con la mayor cantidad de petróleo del mundo.
Y al apagarse el faro, la oscuridad reina en El Salvador, como lo demuestran los resultados de los dos gobiernos del Frente, aunque el discurso presidencial nos pintó un país próspero, gracias a sus políticas, lo que desmiente la realidad y las estadísticas de organismos internacionales. Los niveles de educación se demuestran en la bajísima nota de la PAES, y en las estadísticas que colocan a El Salvador en el último lugar en el dominio del inglés.
El menú saludable en las escuelas para beneficio de los alumnos, ha recibido severas críticas de profesionales especializados en nutrición, ya que no parece haber sido realizado tras un estudio técnico. Hay contradicciones absurdas, como el uso del azúcar, y una evidente falta de imaginación y creatividad al recomendar pupusas de rábano y de otros ingredientes, que llevan a preguntarse si las autoridades de educación y salud tendrían el valor de probar algunas de ellas, y repetirse.
Totalmente repudiable la presencia del ex ministro Gerson en un acto en la Universidad Nacional bajo la consigna Yankees go home, que ha causado la justa protesta de la señora embajadora Manes, y el rechazo de los salvadoreños responsables.
Pero para los principales dirigentes del FMLN la expresión no tiene importancia, por ser una consigna, y que la embajadora mejor debería usar los medios de comunicación para referirse a la renovación del TPS. ¿Será que estos señores no han entendido que fue una medida temporal por los terremotos, y que alegar que en el país la violencia está en niveles salvajes, no es una razón para que USA lo extienda?
Limosneros y con garrote son estos señores, que consideran que con insultos, se pueden mantener buenas relaciones, y que afirman que nunca han quemado una bandera americana, aunque abundan las fotografías que atestiguan tan bochornoso acto y sus protagonistas.
Los vergonzosos incidentes protagonizados por miembros de la PNC son señales preocupantes de la pérdida de compromiso y de espíritu de cuerpo que existe en aquellos de quienes depende nuestra seguridad. Una moral totalmente relajada, como consecuencia del poco interés que el FMLN ha demostrado por darles las herramientas necesarias para que puedan desempeñar su delicado trabajo, y la ineficiencia de las autoridades de seguridad pública, que ya debían haber renunciado. Más motivos para SACAR AL FRENTE DEL GOBIERNO.
*Columnista de El Diario de Hoy.