Las encuestas realizadas sobre el desempeño del Presidente de la República le asignan una nota de reprobado, calificando su labor y la de los miembros de su gabinete. Pero Eugenio Chicas justifica esa nota al poco presupuesto del Goes para publicidad, que no permite que la población conozca los excelentes trabajos realizados.
Excusa ridícula porque es evidente que el Goes derrocha en publicidad, totalmente falsa, pues en declaraciones de funcionarios y del Presidente en radio y largos spots en TV pareciera que aquí vivimos en el país de las maravillas. Logros en salud, en educación, en seguridad, en ordenamiento vial, agricultura, etc.
Pero la población sabe que en El Salvador vivimos en dos mundos. El de los privilegiados del FMLN, nueva oligarquía, que están recibiendo su premio por haber luchado con la guerrilla y su fidelidad al partido, que viven en una abundancia antes no conocida y tampoco merecida. Seguros médicos privados, sus hijos estudiando en universidades del extranjero, vales de gasolina, vehículos para ellos y sus familiares, seguridad para todos, y además impunidad total para cualquier falta que cometan, aunque rayen en el delito. Los ejemplos abundan.
La mala calificación la damos los que vivimos en el otro mundo, padeciendo de la incapacidad de los funcionarios encargados de velar por el bienestar ciudadano, y que el Presidente no ha sido capaz de cambiar ni ellos de renunciar, si tuvieran un átomo de dignidad ante tantos señalamientos en su contra, por su falta de preparación para el cargo que desempeñan y los daños causados por su incapacidad.
Siguen en alza los homicidios, muchos de los cuales se ordenan desde los penales, y nadie entiende por qué en las requisas encuentran celulares y aparatos sofisticados que inexplicablemente son recargados allí adentro. Pésimos sistemas de control, muchos de ellos sospechosos, como los encapuchados que sin ser identificados, por orden superior, pueden entrar y salir del Penal de Máxima Seguridad.
Las autoridades de Minsal siguen desmintiendo la penosa realidad de carencias y desabastecimiento hospitalario, que sufren los pacientes y personal médico, hasta de lo más indispensable. Y situaciones surrealistas como la inauguración de una unidad renal en un hospital público, donde pocos días después el ministerio removía todo el equipo. Situación similar a los regalos del Presidente en sus shows del buen vivir, que el lunes se devuelven los donativos de motos para puestos policiales, computadoras, instrumentos musicales.
En el Mined, las cifras sobre deserción escolar distan mucho de la realidad, aunque las carencias de lo más indispensable en las escuelas y el trato que se da a los maestros son suficientes como para desmotivar tanto a docentes como a educandos. Se presume de haber quitado las contribuciones voluntarias, pero son los padres de familia los que, de sus escasos ingresos, están contribuyendo a pintar las escuelas y comprar material. El anuncio de dotar a la UES de $6 millones para dar educación gratuita a estudiantes de escasos recursos carece de fundamento, al considerar el reclamo del rector de esa casa de estudios, que requiere de un presupuesto mucho mayor para poder funcionar, que no se le ha otorgado.
El pueblo desaprueba el pésimo manejo de los fondos públicos al comprobar que a pesar de la difícil situación económica, el Presidente y sus ministros no han querido renunciar a sus lujos y no les remuerde la conciencia al disminuir los ya escasos fondos asignados a los ministerios encargados de proveer a los más necesitados de los servicios de salud, seguridad y educación. Más que suficientes razones PARA SACAR AL FRENTE DEL GOBIERNO.
*Columnista de El Diario de Hoy.