Según la tradición, San Nicolás nació el 15 de marzo del año 270 después de Cristo, en Pátara, puerto comercial y la capital de la región de Licia, en lo que actualmente es Turquía. Esta región ya es reconocida y se menciona en Los Hechos de los Apóstoles, Capítulo 21, versículo 1, cuando se hace referencia a que el apóstol Pablo se embarcó en esta región en su viaje hacia Fenicia.
San Nicolás, nacido en una familia con gran poder económico, no olvidó cultivar los valores cristianos que sus padres inculcaron en él, por lo que desde pequeño se caracterizó por ser generoso con los más necesitados, de manera que cuando sus padres fallecen, él hereda una fortuna que pone a disposición de los desprovistos de bienes en su región y luego busca ser admitido como aspirante a sacerdote.
Fue ordenado sacerdote en la diócesis de Mira, en Asia Menor, y posteriormente se convierte en obispo de la región, caracterizándose su ministerio por la propagación del Evangelio y la lucha contra las herejías que intentaban quitarle la divinidad de Cristo, doctrinas que surgieron en los primeros siglos después del nacimiento de Jesús.
En el año 310 fue apresado durante la persecución que sufrió la Iglesia Cristiana por orden de Diocleciano, sufrió la prisión y fue procesado para morir por causa de su fe; sin embargo, en el año 313, como consecuencia del edicto de Milán que concedía la libertad religiosa, se le perdona la vida.
Fue en el 325 después de Cristo cuando participa en el Concilio de Nicea, que fue instituido para luchar contra la doctrina herética de Arrio, conocida como Arrianismo y que se negaba a admitir el dogma de la divinidad de Cristo, por lo que San Nicolás también aparece dentro de la lista de los Padres Conciliares de la Iglesia Cristiana.
San Nicolás murió el 6 de diciembre de 342 en la ciudad en donde había sido su diócesis, siendo uno de los primeros santos no mártires en ser proclamados. Alrededor del año 1085, durante la invasión musulmana a Turquía y por el temor a una profanación, un grupo de cristianos tomó sus restos mortales y los trasladó a la ciudad de Bari, en Italia, lugar en donde descansan en la catedral dedicada a él.
Es interesante señalar que en la actualidad se calcula que existen más de 2,000 iglesias y templos en el mundo dedicados a San Nicolás, el primero de ellos construido cerca del año 550 de nuestra era. Tampoco puede dejar de mencionarse que es el santo patrono de Turquía, Grecia y Rusia. En este último país fue venerado por los zares, tanto es así que muchos de ellos llevaron su nombre en honor del santo patrono.
A través de la historia se le ha considerado también el patrono de los marineros y es invocado en casos de peligros, incendios y en situaciones económicas difíciles, gracias a la generosidad que caracterizo su vida.
En algún momento, a finales del siglo XVIII, la historia del verdadero San Nicolás motivó la fusión con Papá Noel y generó la creación del clásico Santa Claus navideño; sin embargo, debemos reconocer que la historia y vida de San Nicolás es acorde a nuestra realidad pues se trata de un personaje que vivió conforme a las tradiciones cristianas en función de ayudar al prójimo.
*Médico y colaborador
de El Diario de Hoy