La campaña calumniosa repetida por Amnistía Internacional, CNN, New York Times y hoy Univisión, dice: “Teodora Vásquez perdió el conocimiento en un baño cuando tenía nueve meses de embarazo y dio a luz a un bebé muerto”… que fue sentenciada a 30 años de prisión por matar a su recién nacido.
Teodora dice “yo ni siquiera sabía que estaba embarazada”, contradiciéndose al declarar que comenzó a sentirse mal, llamó al 911 diciéndoles estar embarazada y pensando que estaba por dar a luz. Añadió “después de sentir deseo de ir al baño, me desmayé en el inodoro y solo recuerdo fragmentos”. “No escuché que mi bebé llorara”. Entonces ¿por qué ocultó su embarazo al hospital dando diferentes versiones de la razón del sangrado vaginal sin mencionar que el cadáver de su hija quedó dentro del inodoro? Su abogado, Víctor Hugo Mata, dice que no hay certeza de que la bebé nació viva, aunque la evidencia muestra que nació viva y de término y murió asfixiada por inmersión.
Dicha publicación nos critica: “Es uno de los países donde no se permite el aborto ni para salvar la vida de una madre”, omitiendo aclarar que el Código Penal, Art. 27, incisos 3 y 6 permiten al médico actuar para salvar la vida de la madre si está en peligro. Habla de “arrestos de docenas de mujeres por aborto, imputándoles cargos de homicidio agravado”. ¡Falso! No hay ni una mujer presa por aborto PROVOCADO pues reciben medidas sustitutivas. Al no encontrar casos de aborto, encuentran casos como el de Teodora, condenadas por homicidio agravado en contra de sus bebés ya nacidos, tergiversando la información llamándolos “abortos espontáneos” o “problemas obstétricos”, denominándolas “víctimas de una cacería de brujas”.
A quienes inventan estas mentiras utilizando a estas mujeres presas por homicidio contra sus hijos apedreados, estrangulados, acuchillados, ahogados, tirados en fosas sépticas... los llaman “defensores de DDHH” señalando que están “indignados” por el “fracaso del sistema legal de El Salvador”. Indignante es publicar mentiras de activistas pagados para legalizar el negocio del aborto con casos falsos sin importarles los derechos de los bebés asesinados.
Aseguran que “restringir el acceso al aborto no reduce la cantidad de abortos, solo los hace más peligrosos”. FALSO. En países donde se reformó la legislación a favor de la vida se reporta una reducción en la mortalidad materna. Llaman la atención las cifras citadas del Ministerio de Salud: “entre 2005 y 2008 hubo 19,290 abortos”. Si fuera cierto, ¿dónde están esas muertes?¿En qué cárcel están todas esas mujeres? Es difícil creer en información de un ministerio que pedía el aborto para Beatriz, diciéndole que iba a morir si no abortaba, cuando su vida nunca estuvo en peligro.
A pesar de que evidencia y fotos en Medicina Legal mostrando la crueldad con que fueron asesinados los bebés, la publicación insiste: “unas 20 mujeres se encuentran actualmente en prisión cumpliendo sentencias severas por (lo que alegan) causas naturales”. Hasta el Comisionado de DDHH de la ONU, Zeid Hussein, vino a decir estar “consternado” porque las mujeres están siendo castigadas por “abortos involuntarios evidentes” e hizo un llamado a revisar los casos de presas relacionados con “abortos” (No hay ninguno).
Acusa a nuestros tribunales de “mover por la opinión pública por presunciones más que por hechos”. Si fuera así ya habrían cedido ante tanta presión internacional abortista y ha ocurrido lo contrario: se ratificó la sentencia de Teodora.
El Salvador no necesita más violencia y asesinato de inocentes poniendo en peligro a las madres. El Estado debe invertir en apoyo a mujeres con embarazos en dificultades, defender el honor y la soberanía del país y denunciar la persecución internacional basada en calumnias. El Salvador orgullosamente dice Sí a la vida de todos sus ciudadanos.
*Columnista de El Diario de Hoy.
Master en Desarrollo Humano
Master en Asesoramiento Familiar