No puede ser

No puede ser que estemos haciendo leña lo poco que nos queda de medio ambiente, y hasta practiquemos tiro al blanco en carapachos de tortugas indefensas.

descripción de la imagen

Por Mirna Navarrete

12 December 2017

No puede ser que los que en la guerra defendieron la patria, además de armar una trabazón de Padre y Señor mío, dejen atrás un Salvador del Mundo manchado; y aquí como que nada ha pasado. Ni se les ocurra manchar la puerta de Brandeburgo, o el Washington Monument, que acaban en el bote.

No puede ser que los que trolearon La Prensa Gráfica y este periódico se tomen un selfie para celebrar su libertad, y su patrón, el alcalde, siga practicando brincos en el trampolín de San Salvador, para llegar a la Casona a puro show.

No puede ser que El Salvador siga brillando por su ausencia en la fiesta universal del fútbol luego de que, en México 70, fuimos la primera selección de la región en colarse a un mundial, cuando el colador era más fino, ya que había cupo para solo 16 banderas (ahora 32).

No puede ser que seamos la única selección que, desde España 82, no ha podido volverse a enganchar a un mundial. Perú nos dejó solitos, en el banquillo de los ahuevados, al recién clasificar a Rusia 2018. “Le va a tocar yuca a los Incas” suena afligida la lorita Pepita, mientras revisa los resultados del sorteo.

No puede ser que el Barraza no se haya llenado para el último clásico entre Santa Ana (FAS) y San “Maicol” (Águila), cuando en tiempos recientes no cabía un alfiler.

No puede ser que una vez fuimos el tercer máximo productor de café, atrás solo de Brasil y Colombia, con 4.5 millones de quintales anuales, y ahora raspando encostalamos 700 mil.

No puede ser que una vez lucimos la orgullosa corona de tigre industrial centroamericano, y ahora escondemos la penosa cola.

No puede ser que, cuando abundaba el trabajo, tuvimos la fama de echadores de riata, y ahora que abundan las remesas, nos acusan de huevones.

No puede ser que 3 de cada 10 salvadoreños hayan tenido que buscar grama más verde al otro lado del cerco pues, de este lado, la grama está seca y amenazada por la muerte.

No puede ser que cambiemos nuestras tradiciones por Halloween, Thanksgiving, Black Friday y, poco falta, por el 4th of July.

No puede ser que el ejército que manda es el de los mareros, más numeroso y mucho más sangriento que, juntos, la FA-PNC.

No puede ser que, en público, el desgobierno saque la mano dura, superdura y, en privado, en la misma cama con los mareros.

No puede ser que los homicidios sean pan nuestro de cada día (15 panes promedio), fuente de psicosis y encierro, en un país que otrora fue el de la sonrisa, y de patas de chucho.

No puede ser que estemos haciendo leña lo poco que nos queda de medio ambiente, y hasta practiquemos tiro al blanco en carapachos de tortugas indefensas.

No puede ser que diablos del narcotráfico, asaltacunas y políticos asilados salgan o sigan libres; y aquí como que nada ha pasado.

No puede ser que en el tablero del gobierno haya tantas fichas podridas e incapaces ordeñando, abundantemente, su turno en el poder.

No puede ser que se receten casi $3 millones de bono navideño legislativo, cuando no se lo merecen ni las condiciones lo ameritan.

No puede ser que tengamos un presidente, muy pasada su edad de retiro, que piensa que el agua se mide en kilowatts.

No puede ser que sus “compas” estén sacando las pezuñas para perpetuarse en el poder y terminarnos de hundir.

No puede ser que Venezuela siga siendo su faro, no importa que esté desahuciado.

No puede ser que, a pesar de todos estos, y muchísimos más no puede ser, no exista una estrategia para el naufragio total evitar, y un buen gobierno implementar.

Disculpas por tan pesimista sonar pero, para el indispensable cambio de gobierno asegurar, es menester dejar egos, unirse y actuar.

No puede ser que la Lupe Reyes, que este día hace su entrada triunfal, nos haga chupar y chupar, y el compromiso con la patria olvidar, pues el 4 de marzo lo vamos a lamentar.

“Despierta, oposición, despierta, mirá que ya amaneció...”, advierte la lora.

*Columnista de El Diario de Hoy.

calinalfaro@gmail.com