¿Hay crisis o no hay? Ud. decida

Si queremos que haya desarrollo nuevamente debemos -con nuestro voto en las próximas elecciones- defender nuestra libertad y democracia.

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Por Mirna Navarrete

30 November 2017

En el ENADE hubo dos discursos totalmente contrarios sobre la situación actual del país. Por un lado ANEP señaló, con muchos ejemplos, la crisis que los salvadoreños vemos diariamente; en cambio, el presidente Sánchez Cerén dijo que todo está bien.

¿Estamos bien? Internacionalmente somos conocidos como una de las naciones más violentas; estamos en los peores lugares de indicadores regionales de desarrollo económico y social; han aumentado el desempleo, la falta de oportunidades, los deficientes servicios públicos, la pobreza y la inseguridad, provocando que millares de compatriotas huyan al Norte arriesgando sus vidas en busca de mejores oportunidades. Todo esto a pesar de que al año la empresa privada voluntariamente invierte más de $633 millones en programas de responsabilidad social empresarial destinados a brindar salud y educación con genuino interés de ayudar a sus colaboradores.

Esta semana el gobierno tomó de manera ilegal el control total de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET), creando malintencionadamente 62 nuevas asociaciones vinculadas al FMLN, sin mayor representatividad. Todas éstas fueron inscritas por los mismos 5 abogados el 12 de septiembre y aprobadas el 5 de octubre para poder votar. Eligieron fraudulentamente a representantes no pertenecientes a la empresa formal del país para juntas directivas de entidades autónomas tal como lo ha hecho anteriormente en otras elecciones amañadas. Esto es alarmante pues esa Superintendencia otorga accesos a internet, celulares, frecuencias de radio y televisión, que bajo el control total del gobierno puede ser instrumento expropiatorio o de censura de medios informativos y atentar contra la libertad de expresión. Además, podría permitir el incremento de tarifas eléctricas y el uso libre de recursos millonarios de la compañía energética ETESAL, que no tienen control de la Corte de Cuentas.

Hace 26 años, en los acuerdos de paz el FMLN pasó de ser guerrilla a convertirse en partido político comprometiéndose a respetar el sistema democrático: la alternancia en el poder, la libre expresión, el respeto al Estado de Derecho y a la propiedad privada. Con el tiempo, sus acciones han demostrado lo contrario.

En declaraciones de dirigentes del FMLN escuchamos repetir frases populistas, haciendo creer al pueblo la mentira que van a “trasladar los medios de producción a manos del pueblo” para ganar votos. Seguido a esas palabras agregan que construirán un modelo similar al de Cuba y Venezuela, con lo cual se contradicen pues en esos dos países nunca han pasado nada “a manos del pueblo”, sino a manos de unos pocos del partido en poder, enriqueciéndose pero sumiendo al resto en la pobreza y miseria. Es decir, sí expropian ilegalmente los bienes de los que generan trabajo y oportunidades, pero se lo apropian ellos mismos provocando un mayor caos.

El FMLN no cree ni respeta la democracia, el Estado de Derecho, ni la libertad; su plan es destruirlos con un gobierno totalitario. No permitamos que sigan convirtiendo a nuestro país en Venezuela, donde imperan la corrupción, la represión brutal y el empobrecimiento de la población.

Hace muchos años el Foro Económico Mundial nos colocó en primer lugar de la región como país de mejor clima de inversión y varios organismos nos llamaron ejemplo en el combate a la pobreza. Si queremos que haya desarrollo nuevamente debemos -con nuestro voto en las próximas elecciones- defender nuestra libertad y democracia; respeto a la independencia de poderes del Estado; seguridad pública y jurídica para lograr una creciente inversión privada, la única generadora de empleo y riqueza.

*Columnista de El Diario de Hoy.

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