Avalancha Black

Dicen los psicólogos que cuando el comercio grita OFERTA, el diablo en nuestro cerebro ordena COMPRA, y se desata una batalla con el ángel de Ahuachapán.

descripción de la imagen

Por Mirna Navarrete

20 November 2017

Interesante la defensa de un almacén contra un supermercado: La comida se compra en el súper; los electrodomésticos, donde los expertos.

Sin duda, producto de más de alguna desvelada de su agencia de publicidad, en la craneada para restarle impacto al Black Weekend del supermercado, y así no quitarle vigor a la facturación de su propio “Black Friday”.

Es palpable la cólera del almacén, pues Raymundo y todo el mundo buscan lucrarse con dicho concepto, registrado a su favor desde 2009.

No comulgo con la brutal avalancha de ofertas Black esto, Black lo otro, (algunas desde octubre), pero entiendo la lógica, pues han sido varios años de obstáculos por lo que, para cerrar el año con números negros, no queda de otra que activar el Darwinismo corporativo.

Lo que pasa es que Black Friday es 100 % USA, ligado al día más sagrado para los gringos, desde que los inmigrantes del Mayflower comparten con los indios su primera cosecha en América (1620), en agradecimiento por su hospitalidad.

En todo caso, admiro la astucia de las cabezas de mercadeo del almacén pues, pese al fusil y prostitución de su concepto, se llevan el crédito como padres del Black Friday Cuscatleco y, en lo personal, les deseo un viernes de a galán.

Por su parte, el supermercado no se siente aludido, pues a los salvadoreños, más aún a las más de 2 millones de familias con hermanos lejanos en Trumpland, hace ratos nos cayó la peseta que vende mucho más que comida, y que tienen excelentes precios. Con razón la trabazón, alrededor de sus tiendas, durante el Black Weekend recién pasado.

Los gringos aseguran que cuando la cosa se pone dura, los duros van de compras, aseveración psicológica, con mucha certeza, sobre todo en estos tiempos que podemos comprar, hasta motos, con cuotas de licuadora.

Buxos, compatriotas, no se vayan a enchillar solo porque todo el mundo está aprovechando “las ofertas nunca antes vistas”, y ya va a ser Navidad.

Dicen los psicólogos que cuando el comercio grita OFERTA, el diablo en nuestro cerebro ordena COMPRA, y se desata una batalla con el ángel de Ahuachapán. Adivinen quién gana.

Recomiendan los expertos, hacer una lista de lo que realmente necesita. Este escritor le sugiere usar el sentido común. Si siente los resortes de su colchón de 30 años, y la oferta del Ultrapedic está de me lo llevo (y lo puede pagar), pues lléveselo con todo y las almohadas de ribete, y buenas noches.

Si le encanta el fútbol, su tele es la misma en la que sufrió la dolorosa decena de goles que nos metió Hungría en 1982, la oferta de la plasma es supercalifragilistic, y su hijo lejano le pasa la cuota, pues llévesela y alístese para disfrutar Rusia 2018.

El punto es que a muchos paisanos, la rabadilla nos pide colchón nuevo, y urge botar la tele con el gancho de ropa de antena. Artículos no del todo democráticos, pero realidad para más, gracias a la avalancha black.

El punto también es que, este año, el volumen de las ofertas ha sido alto, anticipado y poblado, como desesperado. El próximo año pónganle más coco a cómo salirse del rebaño, solo así a la competencia se le hace daño.

Mucho coco le puso la tienda gringa REI, oasis de ropa y equipo para disfrutar la naturaleza: “Sentimos que Black Friday se ha desbordado”, razón por la cual decidieron no abrir sus tiendas el viernes, para que sus empleados aprovechen, en familia disfrutando, y no 18 horas trabajando.

La belleza es que la brillante idea no les costó nada y activó una lluvia de elogios de consumidores, que compran on line de todas formas, y ahora lucen la calcomanía de REI en su bumper.

Claro ejemplo de que para el amor de marca despertar, se necesita más que “ofertas” gritar, y más que al consumidor educar, adonde la comida y los electrodomésticos comprar.

“Minuto de silencio para los 45 millones de parientes chumpes que este jueves los gringos van a hornear”, pide la lorita Pepita con nudo en la garganta.

*Columnista de El Diario de Hoy

calinalfaro@gmail.com