El 10 de noviembre, en el Auditorio de Fepade, la Orquesta Sinfónica Juvenil interpretó la suite de “Carmen”, un Concierto de Solidaridad, dramático SOS para mantener viva la orquesta. Los jóvenes músicos portaban todos una insignia roja: flores o cintas en el pelo, corbatas rojas y hasta grandes lazos colocados en sus instrumentos. No representaba la pasión que despierta la música de Carmen, sino más bien un grito de auxilio para mantener la esperanza de que, a pesar de las dificultades, y el ingrato recorte de su presupuesto, con el apoyo ciudadano, podrán sobrevivir.
La Orquesta Sinfónica Juvenil surgió a raíz de los Acuerdos de Paz, recomendación de organismos internacionales, para evitar que los jóvenes cayeran en grupos antisociales. El Goes aceptó subsidiar a Pro Arte, una ONG con experiencia en música, para que el programa fuera sostenible con los diferentes gobiernos que llegaran al poder, lo que se ha logrado durante 22 años.
Al no contar el país con un conservatorio ni carrera musical universitaria para graduar licenciados en música, se contrató a Martín Jorge, uruguayo, licenciado en Dirección Orquestal, quien ha sido su titular durante 14 años. Como casi por terminar el año, el Goes no ha desembolsado el disminuido subsidio 2016, $20,000, que representa el 15 % de su presupuesto, el director ha debido aceptar compromisos fuera del país, para solventar obligaciones familiares y lograr que directores invitados de Colombia, Brasil y Taiwán vengan a mejorar el nivel técnico de la orquesta.
Trajo al Grupo “Las Coralinas”, que gratuitamente y en forma magistral interpretó “Mama Mía” para generar los tan necesarios fondos.
Actualmente, es Director Residente, el Lic. Eduardo de la Fuente Guillén, quien tiene 7 años en el país, gracias a un convenio con la Joven Orquesta y Coro de Madrid, hoy responsable de la preparación de la Orquesta para los conciertos. Para su estudio individual, los músicos necesitan 13 profesores, pero con la reducción del subsidio solo puede pagarse la mitad.
La cerrada ovación que recibió la orquesta fue producto de encontrados sentimientos. Respeto por el excelente trabajo y el entusiasmo del director y profunda admiración por los jóvenes músicos, que dan lo mejor de sí. Pero también de indignación por el desprecio y la irresponsabilidad demostrados por nuestros gobernantes al quitar el apoyo a esta labor de prevención para nuestra muy amenazada juventud.
La Orquesta Sinfónica Juvenil es un Programa Social y de País, totalmente gratuito, porque los jóvenes no pagan por su educación musical, y está supliendo la falta de un conservatorio, a pesar de lo cual muchos jóvenes han logrado becas para seguir estudios en México, Costa Rica, Estados Unidos y Alemania, integrando hoy las orquestas de esos países.
Pero las autoridades parecen no sentir culpabilidad por derrochar en lujos, lo que les están negando a estos jóvenes. Secultura depende de Casa Presidencial, que maneja uno de los presupuestos más altos. Cifras que indignan: el monto de gastos reservados para Capres llegó al máximo en 2013 (Funes) con $81.67 millones, siendo el total de gastos devengados por Capres de $162.04 millones. Con Sánchez Cerén, en 2016 tiene $33 millones de gastos reservados y $120.62 millones total de gastos devengados. ¿Qué destinos tienen esas enormes sumas? Información reservada.
Al dejar en desamparo a la Orquesta, nuestros gobernantes serán responsables si estos jóvenes caen en poder de las maras. Para evitarlo, invitamos al público a asistir al próximo concierto solidario: “El Cascanueces”, el 8 y 9 de diciembre en el Teatro Presidente. No podemos seguir así: HAY QUE SACAR AL FRENTE DEL GOBIERNO.
*Columnista de El Diario de Hoy.