La energía renovable se abre paso

¿Recuerdan a Kodak? Incapaz de imaginar un mundo sin rollos de película. Pero la gerencia no se adaptó a la era digital lo suficientemente rápido... la compañía quebró en 2012. Los productores de combustibles fósiles enfrentan dilema similar.

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Por Mirna Navarrete

14 November 2017

Las fuentes de energías renovables serán eventualmente las que suministrarán la mayor parte de la energía del mundo, no porque los gobiernos las subsidien o las obliguen, sino porque cuestan menos que las energías generadas principalmente a base de petróleo. Esto no quiere decir que la industria petrolera, del gas y del carbón desaparecerán pronto. Sobrevivirán por muchos años... pero eventualmente se esfumarán.

¿Recuerdan a Kodak? Incapaz de imaginar un mundo sin rollos de película. Pero la gerencia no se adaptó a la era digital lo suficientemente rápido... la compañía quebró en 2012. Los productores de combustibles fósiles enfrentan dilema similar, el mundo está cambiando a su alrededor. Sus opciones: negar, demorar o adaptarse a los inevitables cambios.

Las compañías de petróleo, gas natural y derivados del petróleo, globalmente tienen iniciativas y compañías subsidiarias de energía renovable. El Salvador no es excepción, existen dos importantes proyectos en marcha para generar energía solar. Se tienen condiciones climáticas, de suelos, geológicas y otras condiciones extraordinarias favorables. Es así como en oriente se desarrollan estos interesantes proyectos, en los municipios de Pasaquina, La Unión y El Carmen, del Departamento de La Unión; y, en el Puerto El Triunfo, del Departamento de Usulután.

Estos proyectos suman una inversión de 310 millones de dólares. Se proyecta que en conjunto se generara energía verde suficiente como para abastecer cientos de miles de hogares. El país no solo gana en inversión, sino en conocimientos de estas tecnologías. Es importante destacar que estas iniciativas han sido financiadas por importantes bancos de inversión y otras instituciones financieras que apoyan proyectos privados de desarrollo sostenible en países como el nuestro.

La realidad prueba que el uso de energías renovables es un negocio exitoso y para ello se necesita mucho más que buenas ideas y cuentas bancarias. Es una cultura, un vasto conjunto de conocimientos y relaciones. Crear una organización verdaderamente sostenible lleva tiempo y no se puede duplicar fácilmente. La producción de energía, a base de hidrocarburos o renovables, trata de resolver problemas de ingeniería a gran escala y son industrias de gran intensidad de capital, tal como lo han estado haciendo las principales compañías petroleras durante décadas.

Nos preguntamos por qué hoy tanta prisa por explorar alternativas energéticas, si las compañías de petróleo y gas están ganando mucho dinero, y tienen tiempo de sobra para cambiar su giro de negocio. Como ejemplo podemos decir que la respuesta la tenemos a la mano, solo debemos mirar los iPhone o Samsung Galaxy, o cualquier dispositivo móvil. Piense cómo cambiaron estos smartphones el mundo: negocios, vida familiar, romance, entretenimiento, educación, viajes, ahora todo es radicalmente diferente. No todo cambio es para mejor, pero no se puede negar que es un hecho. Todo ha sucedido en los últimos 10 años.

Nadie se impresionó cuando Apple lanzó iPhone en 2007. Unos decían: ¿Quién necesita uno aparato de esos? Mi Flip Phone está bien. Muy pocos de esos escépticos tienen teléfonos flip hoy en día. Este es un ejemplo de lo mucho que el mundo puede evolucionar en una sola década. Y hoy en día, el ritmo del cambio se ha acelerado. El negocio de la energía no cambia exactamente como el de los teléfonos, pero cambia.

El mundo en desarrollo tiene el problema de costos de producción, ya que generan electricidad costosa e insuficiente. Pero eso está cambiando al bajar los costos de la energía renovable.

A diferencia de los combustibles fósiles, podemos aprovechar la energía solar y eólica sin reducir su suministro. Eso significa que su curva de costos se parece más a una nueva tecnología que a un commodity, en disminución.

*Columnista de El Diario de Hoy.

resmahan@hotmail.com