La máxima explotación de la mujer

No creamos la propaganda de la cultura de la muerte. Defendamos la verdad, analicemos qué candidatos tienen nuestros valores, que no se venden ni se someten a los organismos pro muerte.

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Por Mirna Navarrete

02 November 2017

Las feministas pro aborto que se definen como defensoras de derechos de la mujer se dedican a pedir la legalización del asesinato de ciudadanos, niños y niñas por nacer por medio del negocio del aborto, que arriesga la salud y la vida de mujeres aprovechándose de sus problemas con embarazos en dificultades.

Asimismo diputadas del FMLN, antes de las elecciones –al mismo tiempo que una campaña millonaria dedicada a cambiar la opinión pública con argumentos engañosos utilizados en otros países– presionan para que El Salvador acepte 4 pretextos y así la multinacional abortista pueda entrar a nuestro país. ¿Será que las diputadas están pagando deudas con la industria del aborto que se sabe financia campañas de candidatos a cargos públicos? Se les recuerda que ellas juraron cumplir y hacer cumplir la Constitución que “reconoce como persona humana a todo ser humano desde la concepción”. Aunque no extraña que no les importe ese juramente pues anteriormente no han honrado su palabra.

Cuando la salud o la vida de la madre corren peligro: la ciencia ha demostrado que el médico con ética puede y debe velar por la vida de ambos pacientes. Los médicos están de acuerdo con que provocar el aborto es más peligroso para la madre que provocar un parto prematuro en el que puede correr peligro la vida del bebé, pero se saca entero, no en pedazos y se le da toda la atención que necesitan ambos pacientes.

Embarazo por violación o incesto: hay tres protagonistas, el violador–criminal; la mujer–víctima; el bebé–inocente. ¿Por qué darle la pena de muerte al inocente? Además, al legalizar la barbarie del aborto en estos casos no solo se pone en peligro la salud y vida de la madre, sino matando al bebé se borra la evidencia del abuso y el abusador seguirá cometiendo el delito contra su indefensa víctima sin ninguna consecuencia o castigo. ¿Eso es defender los derechos de la mujer?

Cuando el bebé tiene malformaciones: No se le puede poner control de calidad a las personas. Si se legaliza matarlos en el vientre materno, ¿qué impediría hacerlo con los ya nacidos con necesidades especiales?

Estos pretextos sirven para abrir la puerta y luego ya piden la sangre de inocentes como “derecho de la mujer”. ¿Y los derechos de las niñas por nacer? Todo es una contradicción. También usan la supuesta “sobrepoblación” cuando la realidad es que nuestra tasa de natalidad es de 1,91 hijos por mujer (fuente: Banco Mundial 2015) y seguimos bajando, contrario a la investigación publicada por UTEC esta semana.

Para tener un reemplazo poblacional, la tasa de fecundidad debe ser por lo menos de 2,1 por mujer. Muchos países tienen serios problemas económicos causados por este tipo de disminución de población.

No creamos la propaganda de la cultura de la muerte. Defendamos la verdad, analicemos qué candidatos tienen nuestros valores, que no se venden ni se someten a los organismos pro muerte. Aprovecho para invitarlos nuevamente a la carrera/caminata “Héroes por la Vida y la Familia” el domingo 12 de noviembre en El Cafetalón, a las 7:00 a.m. Tarjetas a la venta en Simán Galerías y La Gran Vía. Información en 2288-1932. Demostremos que queremos un país que defiende la Vida y la Familia.

 

*Columnista de El Diario de Hoy.

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