¿Es viable una despolarización política en El Salvador?

Existen muchos movimientos ciudadanos que al lograr puntos en común pueden consolidarse y formar una nueva opción política capaz de despolarizar la política nacional.

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Por Mirna Navarrete

01 November 2017

Nuestro país tiene décadas de vivir en una polarización política que nos impide avanzar hacia un desarrollo en diversos temas de país. La polarización actual ha entrampado la ejecución de proyectos que sean de un beneficio tangible para la población salvadoreña.

A esto debemos agregarle el flagelo de la corrupción que muchos políticos de antaño y actuales han hecho parte de sus vidas. La inmensa mayoría de salvadoreños estamos hastiados de características bien arraigadas de varios funcionarios y políticos como los son: el cinismo, hipocresía, pedantería, etc. Hemos llegado a un punto de inflexión en el que las personas han creado una aversión hacia la política nacional muy grande.

Lo más triste es que los partidos políticos no pueden discernir lo que reflejan las encuestas donde la mayor parte de la población no desea más que nos gobiernen los partidos mayoritarios; según la última encuesta de opinión realizada por el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA). De acuerdo con la encuesta, el 63.4 % de los entrevistados no está a favor que vuelva a gobernar el FMLN, así como el 68.1 % no considera conveniente que vuelva a gobernar ARENA.

Es evidente cómo se refleja la incredibilidad y desprecio hacia estos dos institutos políticos que son los que han gobernado El Salvador los últimos años. El FMLN, cuando era oposición, realizaba una crítica frontal y agresiva a las políticas económicas liberales y de privatizaciones hechas en gobiernos de ARENA. Con el patético discurso de siempre, aseverando que la oligarquía es la eterna culpable de todos los males del país, el FMLN atacaba asiduamente las iniciativas políticas de su partido opositor.

Ahora en el poder, el FMLN se ha caracterizado por repetir muchas políticas de sus predecesores y también ha exhibido una incompetencia abismal, que preocupa muchísimo al no ver políticas públicas bien direccionadas a encauzar un rumbo desastroso del país en áreas de suma importancia como lo son: la educación, salud, seguridad y economía. Vemos como su tan afanada critica a la vida suntuosa de algunos empresarios la han adoptado cómodamente para sus vidas.

Tenemos al partido ARENA que no termina de reaccionar y se ha convertido en una oposición permisiva y sin una brújula que le permita retomar un liderazgo real. En la última encuesta de Mitofsky realizada en septiembre reflejaba que las preferencias para presidente eran para ARENA de 28 % y para el FMLN 27.3 %. con el fatídico gobierno del frente esa leve ventaja debería ser mayor de parte de ARENA.

Con la ruptura de Nayib Bukele con el FMLN el panorama político cambiará, vaticino que en la próxima encuesta ARENA logrará mayor ventaja sobre el partido de izquierda; sin embargo, es aquí donde una tercera vía puede abrirse espacio, surgir y tomar fuerza con todos los indecisos, con todas aquellas personas que ya no creen más en los partidos actuales. Es el momento idóneo para buscar esa despolarización que necesita nuestro país. Existen muchos movimientos ciudadanos que al lograr puntos en común pueden consolidarse y formar una nueva opción política capaz de despolarizar la política nacional.

Previendo esto recientemente los diputados acordaron prohibir a los movimientos políticos solicitar o recibir donaciones, en efectivo y especies, indiferentemente de si proviene de personas naturales o jurídicas. Vemos aquí nuevamente el cinismo de varios políticos negándose a brindar a sus financistas partidarios y prohibiendo que la sociedad civil se organice. La despolarización política es viable, no podemos seguir nadando contracorriente, debemos convertirnos en promotores y actores del giro político que necesita El Salvador.

 

*Colaborador de El Diario de Hoy.

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