La Unesco, organismo de la ONU destinado a apoyar la ciencia y la educación, ha nombrado como directora a la francesa Audrey Azoulay, quien será responsable de iniciativas de educación mundial. Como Ministra de Cultura durante el gobierno de Hollande y fuerte defensora de la teoría de género, suprimió censuras y controles para permitir el acceso a menores de edad a películas y publicaciones de alto contenido sexual, amor lésbico y homosexual. Su agenda incluye la legalización del aborto y la posibilidad de que menores de edad puedan cambiar de sexo sin autorización de sus padres.
Azoulay nació en París, en una familia judía, de origen marroquí, estudió administración y ciencias políticas en prestigiosas instituciones de Francia e Inglaterra y ha sido un fuerte apoyo de la Alianza de Civilizaciones, promovida por José Luis Rodríguez Zapatero.
Su discutida elección se logró tras cinco rondas de votación, después de enfrentar al favorito catarí Hamad bin Abdurazes al-Kawasi, aunque falta aún la aprobación de los 195 miembros del Consejo Ejecutivo de la Unesco, lo que no será tan fácil por su posición anti-Israel rechazada por los Estados Unidos.
Esta elección demuestra el esfuerzo de organismos internacionales para destruir a la familia, una de las instituciones que han sido los pilares de la civilización occidental y la base de nuestras sociedades, financiando fuertes campañas para lograr la legalización del aborto y las uniones de personas del mismo sexo.
Nuestras autoridades no entienden que la imparable violencia que aflige nuestro país, el control territorial logrado por las pandillas y la increíble crueldad de sus asesinatos, es el resultado de la falta de familias constituidas por un hombre y una mujer, que unidos para siempre, forman esa comunidad de amor donde los hijos crecen en un ambiente de seguridad, donde se trabaja con esfuerzo y sacrificio por el bienestar de todos, se inculcan valores permanentes, para darles un futuro mejor. Ningún pandillero tuvo la suerte de contar con ese tipo de familia.
Pero la prioridad del gobierno es imponernos la absurda teoría de género, un insulto al sentido común, a la educación, a las leyes de la gramática y al buen uso del idioma castellano. En documentos, han sustituido la palabra “Sexo” (femenino o masculino) por “Género”, que gramaticalmente se aplica únicamente a las palabras.
Las aberraciones del profesor presidente, ministros, diputados y funcionarios, empleando barbaridades como miembros y miembras; diputados y diputadas en discursos, esquelas y publicaciones oficiales, demuestran su total ignorancia. Deberían leer al escritor Arturo Pérez-Reverte ridiculizando este tipo de prácticas.
Hacen falta campañas que promuevan uniones estables para dar a la mujer la dignidad que merece, la conveniencia de no cambiar de pareja como de vestido, cuyas consecuencias sufren los hijos de compañeros anteriores, que serán violados por el de turno. Pero se promueve el engañoso sexo libre y seguro, repartiendo preservativos, que llevan a los escolares a iniciarse sexualmente en edades tempranas, con el riesgo de promiscuidad y embarazos.
En la viñeta de un preservativo repartido en Programas de Salud Reproductiva, se lee: “Prohibida su venta. Proporcionado en el marco del Proyecto Innovando Servicios, Reduciendo Riesgos, Renovando Vidas en El Salvador”. MCP-ES y Plan Internacional El Salvador. Prohibida su venta. ¿Estará en Estados Unidos prohibida su venta, por su poca confiabilidad o es un producto destinado a países tercermundistas?
Urge una cruzada para defender el tesoro más grande que tenemos, la familia, porque de su solidez depende el futuro de las nuevas generaciones y el fortalecimiento de la democracia. Una razón más para SACAR AL FRENTE DEL GOBIERNO y sus políticas antifamilia.
*Columnista de El Diario de Hoy.