La victoria de Macri

La victoria de Macri, ¿qué duda cabe?, es excelente noticia para el resto del Hemisferio, ya sea para quienes vivimos frente al populismo autoritario, como para quienes esto les ayudará a poner mayor distancia con ese gen tan pernicioso.

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Por Mirna Navarrete

24 October 2017

Arrasó “Cambiemos”, la agrupación política liderada por Mauricio Macri, en las elecciones del pasado domingo en la Argentina. Su organización logró ganar en más de la mitad de las provincias, incluidas las cinco más populosas, entre ellas Buenos Aires. Y aumentó el número de diputados y senadores en el Congreso de su país. Cristina Fernández de Kirchner sufrió la primera derrota electoral de su vida, al quedar la clase media de su país, tanto urbana como rural, exhausta de la confrontación y el autoritarismo de sus años en el poder.

Macri sale muy fortalecido de esta elección intermedia, para buscar la reelección presidencial en 2019 pero, sobre todo, para hacer las reformas económicas y sociales que esa nación requiere. Para ello necesitará alianzas en el Congreso, las cuales pueden verse como posibles ya que, con el resultado electoral del domingo, Macri y Cambiemos han llegado para quedarse en un papel protagónico en la política argentina. El peronismo ha quedado debilitado --“peronismo” ha sido casi cualquier cosa en el último siglo en Argentina-- y el kirchnerismo, casi destrozado.

Hace más de un siglo, Argentina tuvo una de las economías más prósperas del planeta, razón principal por la que hubo tanta emigración europea hacia esa gran nación suramericana. “En mi generación”, le escuché decir en una oportunidad al premio Nobel, Mario Vargas Llosa, “mis amigos y yo no soñábamos con estudiar en Estados Unidos o en Europa, deseábamos hacerlo en Buenos Aires”. El laureado escritor reseñó que fue ahí donde conoció el teatro, se encontró con los kioscos y fomentó su amor por la lectura. Buenos Aires, en verdad, es una ciudad exquisita, más de sabor europeo que de nuestro Hemisferio. La cultura se respira por doquier.

Pero con el peronismo les cayó el síndrome del populismo. Sus principales productos desde un siglo atrás, relacionados con el agro, continuaron siéndolo hasta hace muy poco. El clientelismo político se volvió la norma. Con el “boom” de la década pasada de los productos primarios --“commodities”--, Argentina dilapidó la fortuna que le produjeron sus productos de exportación, hasta tener en la actualidad la segunda inflación más alta del Continente, superada únicamente por Venezuela. Dos países muy ricos en recursos naturales que debido a pésimos gobiernos han hecho sufrir todo tipo de calamidades a muy amplios segmentos poblacionales.

Este es el desafío de Mauricio Macri, del grupo que le acompaña en Cambiemos y de Argentina: abrir ese país al mundo ya que con el kirchnerismo, aliados importantes eran Venezuela e Irán; construir un país donde, como dice Macri, “no ganen siempre los más vivos” (vivarachos/maleantes diríamos nosotros) y donde la gente sepa que conducir a esa gran nación suramericana hacia mejores derroteros tendrá costo, no hay almuerzo gratis, pero por fin hay un líder no populista, una agrupación de origen no peronista que se consolida y amplios segmentos poblacionales que lo respaldan, fundamentalmente la clase media, que a partir de los resultados del pasado domingo, confía en que con sensatez y políticas públicas adecuadas les llegará un mejor futuro para todos los argentinos.

Alegría, sano festejo hubo en la sede de Cambiemos el domingo por la noche, arrasaron al peronismo y sobre todo al kirchnerismo. Pero Macri se dirigió a todos los argentinos, a los que votaron por Cambiemos y a los que lo hicieron por otras opciones. Les dijo que, a diferencia del pasado, él buscará canales de comunicación con las diferentes líneas de pensamiento. La mañana siguiente, muy presidencial en conferencia de prensa, con traje azul, camisa celeste sin corbata, llamó a la creación de acuerdos políticos en beneficio de todos. La victoria de Macri, ¿qué duda cabe?, es excelente noticia para el resto del Hemisferio, ya sea para quienes vivimos frente al populismo autoritario, como para quienes esto les ayudará a poner mayor distancia con ese gen tan pernicioso para nuestra América latina.

¡Enhorabuena!

*Columnista de El Diario de Hoy.