Pensiones: reforma técnicamente mediocre pero fue lo aprobable

La reforma al sistema de pensiones es técnicamente mediocre, ya que tiene poco mérito al no abordar los aspectos fundamentales del problema; su principal logro ha sido aliviar la carga fiscal del gobierno.

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Por Mirna Navarrete

08 October 2017

Ya hay reforma de pensiones. Los ganadores fueron el gobierno y las AFP; en menor medida, nosotros, los trabajadores. Bueno o malo, lo acordado fue para lo único que nos alcanzó en medio de partidos políticos poco dispuestos a sentarse a dialogar y resolver los problemas del país. La reforma incluye cambios sustanciales al actual sistema de pensiones, pero no toca nada sobre aspectos trascendentales que habrían dado sostenibilidad y seguridad a largo plazo al mismo, aunque se tratara de medidas impopulares.

La reforma recién aprobada no tocó la ampliación del número de personas que cotizan a las AFP ni dijo nada sobre el aumento en la edad de jubilación de los trabajadores. En El Salvador solo el 25 % de la población económicamente activa seguirá cotizando al sistema de pensiones, a pesar de que ese fondo hoy tendrá más responsabilidades.

Con la reforma se crea una Cuenta de Garantía Solidaria, a la cual se trasladará el 5 % del ahorro de cada trabajador y servirá para aliviar la presión fiscal que recae sobre gobierno. Con este dinero se financiará el mantenimiento de la pensión de cada persona cuando el fondo individual de cada uno se agote; se pagará las pensiones del ISSS e INPEP y las pensiones mínimas; y de esa cuenta también se sacarán fondos para devoluciones de aportes. Expertos en el tema han manifestado que no se cuentan con estudios actuariales y proyecciones sobre este fondo colectivo, por lo que solo el tiempo dirá si esta cuenta es sostenible con tanto beneficio que pretenden pagar de ella.

Además, siguen evadiendo una realidad a la vista. La población está viviendo más tiempo y aunque todos queramos retirarnos a disfrutar del ahorro de más de treinta años de trabajo, probablemente ese dinero no alcance a cubrir las necesidades que tengamos durante esos años. En la ley se mantiene el requisito de edad de jubilación de 55 años para las mujeres y 60 para los hombres, a pesar de que muchos funcionarios y expertos en la materia están conscientes de que es necesario aumentar esa brecha de acuerdo a la esperanza de vida.

Tanto el gobierno como la oposición han vendido la reforma como un logro propio. La oposición manifiesta a la población que fueron ellos quienes impidieron que el gobierno se beneficiara y llevara el dinero de las pensiones; mientras que el partido en el gobierno ha señalado que gracias a ellos las AFP no salieron ganando. Con esta reforma ganaron los dos sectores, logrando una tajada del pastel y aprobando una reforma a la medida de sus respectivos intereses. Pero perdimos todos los trabajadores, a quienes no se nos resuelve el problema en el largo plazo y ni siquiera nos informaron de las negociaciones a puerta cerrada.

Como en muchas situaciones del país, nos toca conformarnos con la alternativa mediocre o la menos peor.

La reforma al sistema de pensiones es técnicamente mediocre, ya que tiene poco mérito al no abordar los aspectos fundamentales del problema; su principal logro ha sido aliviar la carga fiscal del gobierno, una cuestión que no pertenece propiamente al tema de pensiones. Además, la reforma no cuenta con la garantía técnica que nos asegure que en un par de años lo hecho no se viene abajo. Los meses de discusión, retórica y anuncios publicitarios anunciando una catástrofe no alcanzaron para más que lo aprobado. Es lo que hay.

Con esta reforma solamente se le ha dado un respiro al problema y la pelota se tiró al próximo gobierno de turno. De nada sirve la modificación al sistema de pensiones si esta no soluciona la raíz del problema; tampoco ayuda si las soluciones planteadas no son sostenibles en el mediano y largo plazo. Hay poco que celebrar sobre la reforma, porque lo que hicieron (otra vez) es alargar una discusión realista sobre el tema. Nos vemos en un par de años para una nueva reforma de pensiones.

 

*Columnista

de El Diario de Hoy.