Según el sitio de internet “QuéSignifica.org”, la palabra morbo procede la lengua latina, del término “morbus”, que significa “enfermedad”. Se dice que ser morboso, o tener morbosidad, significa sentir atracción hacia alguna cosa desagradable, cruel o considerada inmoral; se considera una atracción malsana, ya que va dirigida hacia cosas que de manera natural deberían causar rechazo o repugnancia. Este sitio de internet sostiene que el objetivo de dicha atracción puede ser de distintas índoles, estando relacionado con temas como el sexo, la violencia, los accidentes y la muerte, entre otros.
Otros sitios que tratan el tema se atreven a decir que el morbo “es una tendencia que todos los seres humanos poseen, uno en mayor medida que otros, pero ninguno persona se escapa de poseerla”. Y es que el morbo es una característica que hace que las personas sientan deseos de ver, oír, oler, sentir o hacer las cosas que están catalogadas como prohibidas o malas.
Este sitio en la web, “PsicoLebon”, también plantea que se trata de una tendencia a buscar lo prohibido, lo sucio, lo impúdico y lo truculento y que, por lo general, tiende a formar parte del quehacer cotidiano de las personas pero que es repudiado cuando se sale de los parámetros normales y se habla personas morbosas patológicas. Esto tiene que ver con la atracción incontenible, por ejemplo, por el sexo opuesto, la pedofilia, la sangre, la muerte que puede rayar con la ofensa al otro o cometer delito contra los otros.
No es mi intención adentrarme en el tema sicológico, ni mucho menos pontificar sobre esta cuestión desde la moral. Simplemente he traído el tema porque tiene que ver con las noticias, cuando se vincula expresamente el morbo con la publicación de tal o cual noticia. Dicho llanamente, ¿cuál es el morbo de publicar eso o aquello?
La primera pregunta que salta al ruedo es la siguiente: ¿se publican noticias para generar o explotar el morbo de los ciudadanos? Sí y no, me explico.
Sí, porque toda noticia pone al descubierto, revela ante la población, descubre y busca el fondo de los hechos que interesan a las personas; en este sentido existe el morbo, no necesariamente malsano, por saber, por ejemplo, qué pasa ahora en el centro de México tras el terremoto que ha dejado unos 300 muertos y gran destrucción de edificios y casas; hay cierto morbo para saber cómo están desarrollándose las labores de rescate, sobre todo en las primeras horas después del seísmo, en las que existe la esperanza de encontrar sobrevivientes entre los escombros.
Incluso, el impacto que ha provocado la muerte de más de dos decenas de niños muertos soterrados tras el derrumbe de una escuela; junto a esta tragedia están también los hechos heroicos o las historias de los sobrevivientes.
Ahora bien, el objetivo de hacer noticias no es provocar ni satisfacer el morbo; en este sentido, me niego a aceptar que se hacen noticias con la intención explícita de promover el morbo de las personas. La intención es otra: informar, dar cuenta de la realidad que los ciudadanos conozcan, sepan, estén informados sobre los principales acontecimientos de la realidad.
Esta es la esencia de una noticia: dar cuenta, revelar, dar a conocer los hechos de importancia que interesan, gustan o no, al público, a los ciudadanos, a las personas comunes y corrientes; el principio es informar, informar sobre lo sucedido.
En una segunda pregunta que surge de tajo sobre el objetivo o la finalidad de las noticias de violencia, ¿estas son morbosas o buscan generar morbo?
No, claramente el objetivo es dar cuenta del estado de inseguridad o la criminalidad en la sociedad…no hacerlo además de irresponsable es negativo porque oculta y esconde la realidad. Además, se trata de dar cuenta, informar sobre los hechos que terminan con la vida; no hacerlo es casi ser cómplice de aquellos que terminan con la vida de una persona.
Ahora bien, también hay que decirlo, que al explotar al máximo el qué o el cómo de un hecho de violencia (las otras preguntas de toda noticia, quién, cuándo, dónde y por qué) puede tener una intención de fomentar el morbo. Es lo que se llama el amarillismo o el sensacionalismo. Este tipo de noticias, que ciertamente existen y son el objeto de algún tipo de publicaciones en cualquier parte del mundo, tienen por objeto exaltar y promover el morbo del lector. No podemos negarlo, pero en un mundo de libertades tienen su espacio y su derecho de existir.
En pocas palabras, y esta es mi experiencia, trato de hacer noticias, trato de hacer información noticiosa con el objetivo de cumplir una tarea informativa. En ningún momento pasa por mi mente cómo promover el morbo ni mucho menos hacerlas con intención morbosa, con la intención de atacar, mucho menos menospreciar, a nadie, absolutamente a nadie... esto no quiere decir que no se busque el ángulo más interesante, más novedoso, incluso simpático y curioso.
*Editor Jefe de El Diario de Hoy.
ricardo.chacon@eldiariodehoy.com