Bienestar 70.3

Regreso de mi segundo campeonato mundial de triatlón Ironman 70.3, el año pasado, en Australia; este año, en Chattanooga, Naciones Unidas de la natación, ciclismo, carrera y buenas vibras.

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Por Mirna Navarrete

18 September 2017

Los Reyes de España ordenaban a Colón rendir un informe después de cada uno de sus viajes. Fue así que, habiendo tocado tierra en la isla San Salvador (12/10/42), emocionado, Cristóbal a Isabel, en persona, le contó que había descubierto las maravillosas especies de la India. Desubicado el almirante, al igual que el profesor.

525 años más tarde, este triatleta escritor también regresa emocionado a San Salvador y, por escrito, comparte un maravilloso sentir de bienestar.

Regreso de mi segundo campeonato mundial de triatlón Ironman 70.3, el año pasado, en Australia; este año, en Chattanooga, Naciones Unidas de la natación, ciclismo, carrera y buenas vibras.

A codearme con triatletas masuchos de 90 países, incluyendo Cuscatlán, gracias a la disciplina y ovarios de Claudia Vilanova (3er lugar de 56 competidoras en su categoría, ¡bravo Viejona!), Sergio Ramírez (hermano lejano de los duros), Manuelito Rivera (cipote necio, al igual que mi hijo, que se deprimen si no suben al podio) y Carlos Alfaro (alias Viejo Lin, ya curtido en esta locura).

“Scenic City”, “River City”, “Chat”, “Gig Town”, le dicen a Chattanooga, la 4ta ciudad más grande del estado de Tennessee, cuna sureña de gente amable, naturaleza abundante, Jack Daniel’s, y el bienestar, de miles de triatletas que hemos tenido la dicha de competir en “Tri City”.

El Campeonato Mundial de Triatlón Ironman 70.3 rota sede los septiembres, desde 2006, cuando la Federación Internacional de la disciplina deportiva más linda del mundo, decidió hacer plata oficializando la media distancia del Ironman 140.6.

Para participar, los 2,765 triatletas machos y 1,767 hembras nos ganamos un slot, al quedar en las primeras posiciones, según categoría de edad, en cualquiera de las 102 triatlones calificativas durante el último año. Yo tuve suerte en Lima, el último domingo de abril.

Luego a ahorrar se ha dicho, o bien a endulzarle el oído a los patrocinadores, para poder hacerle frente a tanto sablazo, incluyendo los $300 que la aerolínea cobra por llevar y traer la bici, a pesar de que pesa solo 16 libras.

El bienestar no tiene precio. Se empieza a sentir, mucho antes del disparo de salida, con la emoción de los entrenos, con empacar el traje de la suerte, las ánforas con dinamita y los tenis de 4:40 minutos por km.

En Chattanooga, el bienestar se sigue sintiendo al ver toda una ciudad volcada en bienvenida y porras. Lo máximo fue lo que recibí al retirar el # 339 de El Salvador: Una carta, escrita con puño y letra, de Leyana Powell, de cuarto grado. Se las traduzco:

Querido Carlos, sé que lo puedes hacer. Tengo confianza en ti. Sé que eres grande en esto. Tienes que dar lo mejor. No te rindas. Te deseo mucha suerte porque sé que tienes los huevos (guts) para lograrlo.

Of course I can, Leyena, tus palabras me acompañaron cuando nadaba 1.2 millas (1,900 metros) contracorriente en el Río Tennessee, cuando los Montes Apalaches intentaban frenar mi bici a lo largo de 56 millas (90 km), cuando el diablo, en los 13.1 millas de corrida (21 km), caminar me ordenaba y este necio, a lo largo de las 70.3 millas, lo ignoraba.

¡Qué apropiado el mensaje de independencia de La Constancia!: Somos necios, porque no aceptamos un NO por respuesta, porque nunca nos rendimos, y creyendo en nosotros es que lo logramos. En este país todos sabemos que lo único que vale, es lo que cuesta y que la única manera de llegar es nunca parar, por eso seguimos y seguimos, sin importar lo que pase, pues siendo constantes, no hay nada que pueda detenernos.

Da la casualidad, que en lo que yo nadaba, pedaleaba y corría en Tri City, Diego, mi hijo necio, hacía lo mismo en la Costa del Sol. Da la buena fortuna que el cipote se llevó el cheque de primer lugar general, y el de primer lugar en su categoría, y la mala fortuna que el tata, la tarjeta, planchó y planchó. “Al menos ganaste millas para el Campeonato Mundial Sur África 2018”, grita la lorita Pepita.

Trataremos calificar; pero si no se logra, lo importante es vivir con sentimiento de bienestar; “y seguir adelante hasta que el cuerpo aguante”, grita la lora.

*Columnista de El Diario de Hoy.

calinalfaro@gmail.com