¡Patria!

Patria es nuestra responsabilidad de construir futuro cada día, de cuidar los bienes que la Providencia nos prodiga cada día y la democracia y la convivencia que se basan en los códigos ancestrales y en los santos evangelios.

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Por Elizabeth Castro

15 September 2017

"Patria, alza vuelo y que el viento cierre tus heridas cual soplo de Dios. ¡Oh, Patria!, cruza el cielo y que el odio y la mentira sean vencidos con amor... Siempre estás rompiendo esas cadenas que sujetan tu futuro y tu ilusión. Siempre fuiste más que tus problemas, pero es hora de que seas más que una emoción… Siempre vas a creer en las promesas, pero no cierres los ojos, por favor. Siempre vas a perdonar ofensas pero sin impunidad para el traidor…”.

Cada vez que escucho con emoción esa canción que el peruano Luis Enrique Ascoy escribió para su país, pienso cómo se adapta a la realidad de El Salvador y nuestros pueblos latinoamericanos.

Tenemos que darle gracias a la Divina Providencia por habernos dado un hogar en esta tierra bendecida, donde hemos vivido alegrías y tristezas, huracanes, terremotos, guerras, crisis económicas y políticas, pero nunca dejaríamos de sentirnos orgullosos de haber nacido aquí.

Y, como decía un mensaje publicitario hace tiempo, si yo tuviera que volver a nacer, pediría que fuera aquí mismo, en este país con sus virtudes y sus defectos, sus tristezas y alegrías.

Por esa Patria chiquita, sencilla, modesta, de trabajo y lucha diaria, tenemos que sentirnos motivados a rompernos el lomo.

La Patria es nuestra gente, nuestra familia, el trabajo, nuestras raíces, nuestras comunidades, la solidaridad, el bien común, la bondad y el desprendimiento con nuestros semejantes.

La Patria es nuestra niñez, nuestros mayores y el respeto y el cuido que les debemos; es la tierra, el agua, los senderos, los miradores desde nos solazamos con los majestuosos volcanes, cordilleras y montañas y serpenteantes ríos. Patria es irnos un día y mil veces morirnos por volver. Patria es nuestro Divino Salvador, colocho, sonriente, luminoso, abanderado de nuestros más caros anhelos, el que nunca nos abandona.

Patria es donde se ama, se trabaja y se llora y se va con nosotros hasta donde la llevemos.

Pero también Patria es nuestra responsabilidad de construir futuro cada día, de resguardar los bienes que la Providencia nos prodiga y la democracia y la convivencia que se basan en los códigos ancestrales y en los santos evangelios.

Hacer Patria es precisamente atesorar y defender esa Patria, esa Bandera, ese corazón azul y blanco que nos inspira y nos llena de emoción. Pero, como dicen los versos, no podemos quedarnos en esa emoción, sino asumir el compromiso que tenemos de pensar y pelear por nuestro país.

No se vale echarse a dormir o creer que otros deben resolver mis problemas mientras yo me divierto o asumo una vergonzosa pasividad, viendo que mis hermanos menos favorecidos sufren, y pensando que “no me importa en tanto no me pase a mí”.

Tampoco se vale eludir la responsabilidad de exigirle a los que gobiernan que cumplan con sus deberes, que no me burlen ni me roben o atropellen mis derechos ni que cambien las reglas de la democracia y la sana convivencia, para hacerme creer que “la corrupción es buena y la transparencia es mala”, que los cobardes y perversos son los buenos y los que no piensan como ellos son los malos.

No se vale no cobrarles cada una de las arbitrariedades que cometan ni dejar que prevalezcan la impunidad y la burla en sus rostros.

¿Qué es lo que tiene mi Patria que la mantiene de pie, luego de tanta violencia, de tanta miseria, de tanta mala fe?, se pregunta el poeta. La atacaron por la espalda, Judas la vendió otra vez, y ante el temor y la farsa no busca venganza y no pierde la fe... Alguien sostiene a mi Patria. Tú y yo sabemos quién Es...

*Periodista.