La desinformación y las pensiones

Los del gobierno tratan de hacer pensar al público que los cinco mil millones que ellos quieren saldrían de la bolsa de los dueños de las AFP, cuando en realidad saldrían de los bolsillos del público mismo.

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Por Mirna Navarrete

07 September 2017

Sólo hay una cosa en la que el FMLN ha mostrado destreza en el gobierno: el manejo de la desinformación, en la cual ha recibido mucha asesoría de los cubanos, maestros del arte, que lo aprendieron de la KGB, quizás la máxima autoridad en el tema. El cliché de que todos los fracasos eran consecuencia de los veinte años de ARENA, en sí mismo uno de los temas de la desinformación, ha dado lugar a técnicas más sofisticadas, que incluyen el uso persistente de múltiples falsedades que al menos confunden al público y en muchos casos lo engañan. Estas falsedades son a veces mentiras directamente. En otras, son indirectas que hacen pensar a la gente lo que el FMLN quiere que piensen.

Los casos de ese tipo de desinformación son incontables. Uno de ellos, el caso de las pensiones, da la medida del número de falsedades que el gobierno puede acumular en un solo tema. Aunque no es posible en un espacio como este artículo enumerarlas todas, se pueden contar las principales. La primera, y más grande, es la manera en la que habla el gobierno para darle la impresión al público de que si confiscan las pensiones, las confiscadas serían las AFP, siendo que ellos mismos saben que serían todos los cotizantes del sistema. De esta forma, de vez en cuando, sale algún funcionario diciendo: “Ya las AFP han ganado mucho, ya es hora de que al gobierno le toque”. Con estas y otras declaraciones los del gobierno tratan de hacer pensar al público que los cinco mil millones que ellos quieren saldrían de la bolsa de los dueños de las AFP, cuando en realidad saldrían de los bolsillos del público mismo.

Otra gran falsedad que el gobierno ha inyectado por años es que los déficits fiscales se deben a los gastos de las pensiones, añadiendo como prueba que dichos gastos representan la mitad del déficit fiscal, lo cual es cierto. Pero la mitad del déficit no es lo mismo que la mitad de los gastos. Al creer en esta falsedad, la gente no realiza que mientras que los gastos de las pensiones son la mitad del déficit, los gastos corrientes son 5.3 veces el déficit, o que los de consumo son casi 4 veces el déficit, o que los gastos de intereses por la deuda son casi 50 por ciento más altos que los de pensiones. En realidad, los gastos de pensiones están entre los rubros más pequeños de los gastos principales del gobierno.

El interés del gobierno de pintar a las pensiones como las “culpables” de los déficits fiscales no tiene nada que ver con que lo sean sino con el hecho que los fondos de pensiones, de los cuales son dueños los trabajadores, tienen 10 mil millones de dólares. En su esfuerzo por culpara a las pensiones para preparar el terreno para apropiarse de ellas, el gobierno está siguiendo la filosofía cínica de que hay que quitarle no al que la debe, sino al que tiene de donde quitarle.

Una tercera falsedad es que la deuda que tiene que pagar el gobierno por las pensiones se ha acumulado por la reforma que se hizo en 1998. El sistema reformado trabaja con cuentas individuales que son propiedad de los cotizantes. Las pensiones se pagan con esos recursos. Cada quien paga su propia pensión. Este sistema reemplazó a un sistema en el que los cotizantes le daban el dinero al gobierno contra la promesa de que gobiernos futuros les pagarían su pensión como contrapartida. La deuda que tiene el gobierno es la que se acumuló con esas promesas, más otro poco que se acumuló al extender ese sistema a ciertos grupos años después de la reforma. El sistema de cuenta individual no acumula deuda para el gobierno.

Esto vuelve todavía más cínica la otra mentira que cabe en este espacio. El gobierno dice que quiere reducir el peso de la deuda al confiscar los ahorros de los ciudadanos, pero en realidad la aumentaría enormemente, porque esos 5 mil millones habría que pagarlos, y el dinero ya se lo habría gastado este gobierno. Ya es hora de que se vayan a esparcir desinformación a otra parte.

 

*Máster en Economía

Northwestern University.

Columnista de El Diario de Hoy.