Unidad partidaria para que ARENA pueda ser empezada a tomar en serio, es lo que quedó de las imágenes de la convención desarrollada este pasado domingo, de la asamblea general de ratificación de candidatos para alcaldes y diputados para las elecciones de 2018. Por el bien del país, cuando tres de cuatro salvadoreños quieren un cambio de rumbo en la conducción de la nación, qué bueno que esto haya sido así en el principal partido de oposición. Importante a su vez es observar que parece que van tomando fuerza los pesos y contrapesos reales en ese partido: la Comisión Política, el COENA, y la Comisión Electoral Nacional, CEN. Partidos fuertes fortalecen la democracia.
La concentración absoluta del poder --gobierno-partido-- de 2004 a 2009, que tan funestos resultados le dejó al país y que casi se acaba a ARENA después de cuatro periodos consecutivos al frente del Ejecutivo, parecería haber sido capitalizada. Permanecen las vivezas de ratón y hasta rasgos de matonería política pero estos son síndromes del político tradicional, alejados del sentir general de la gente, que como han venido señalando las encuestas, han hecho que el salvadoreño promedio no vea diferencias entre unos y otros en el accionar político. Por eso es que ARENA no se ha podido despegar mayormente del FMLN en las encuestas, a pesar de ocho años de tan malos gobiernos.
Resultando tan obvio que le ha hecho falta capacidad propositiva al principal partido opositor, la buena noticia es que parece que algo ha empezado a cambiar para bien en ARENA, y resalto el cambiar para bien porque como pasó con Funes, también se puede cambiar para mal. Calleja, Simán y Parada (no tengo elementos de juicio sobre Awad) no son políticos tradicionales. Hace seis meses Carlos Calleja era vicepresidente de Súper Selectos y presidente de la Fundación Calleja; Javier Simán estaba al frente de una planta industrial perteneciente a su grupo familiar y era presidente de la ASI.
Luis Parada defendía los intereses de El Salvador desde el bufete Foley and Hoag, en Washington D.C.
“La generación de puestos de trabajo es la mejor política social que existe”, solía decir el ex presidente del Gobierno español José María Aznar --en verdad, es el trabajo honrado lo que enaltece al ser humano-- y los grupos familiares de los dos primeros precandidatos presidenciales de ARENA generan miles y miles de puestos de trabajo, y El Salvador requiere de decenas de miles de nuevas oportunidades de empleo. Parada es cuando menos un perfil interesante. Graduado de West Point, dejó el ejército tras el fin de la guerra y emigró hacia los Estados Unidos para trabajar y estudiar hasta concluir su carrera en Derecho. Ninguno de los tres es “por estar jodido” que se ha venido sometiendo al proceso interno de ARENA.
Si ARENA decidió concentrarse en las elecciones por realizarse en seis meses, debe enfocarse en ver qué está pasando con los DUI que andan flotando en el exterior y la inusitada benevolencia migratoria hacia ciudadanos centroamericanos; en la supervisión de la contratación de los sistemas informáticos del TSE y la planificación y cuido de urnas del día “D”. Si hace todo lo anterior debería tener un buen resultado electoral ante un oficialismo que apoya a Nicolás Maduro, cuando nuestra gente necesita TPS en los Estados Unidos, no en Venezuela; que le quiere caer al fondo de pensiones, cuando son quienes cotizan los dueños de cada cuenta (individual) que constituye el fondo.
En el juego de imágenes, como estrategia de mediano plazo, la foto de familia de los precandidatos presidenciales de ARENA les salió bien. Les saldrá mejor si sale cada uno de los “pre” a pescar fuera de las filas tradicionales del partido tricolor. En todo caso, buen punto de partida el de este domingo pero no suficiente; requerirán que dentro del proceso interno queden satisfechos los aspirantes de que está siendo y será un proceso justo. Si esto es así, podría llegar a ser la señal para muchos renuentes hacia el partido ARENA de que en efecto este partido estaría haciendo su mejor esfuerzo para volver a ser considerado como opción de poder.
Veremos.
*Director Editorial de El Diario de Hoy.