El Mago de Oz y Colabora

Ha habido una muy buena noticia la última semana. Hace unos días se estableció en El Salvador una fundación llamada Colabora para fomentar el emprendedurismo en el país. La fundación brindará apoyo a nuevos emprendimientos de varias formas, incluyendo inversiones de capital, mentorías y otras actividades.

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Por Mirna Navarrete

31 August 2017

Hay ideas muy comunes sobre la economía que tienen poca relación con la realidad. Hay gente que cree que en algún lugar del gobierno existe un tablero que tiene una especie de velocímetro que mide el tamaño del Producto Interno Bruto (PIB), y varios botones, uno de los cuales, al girarlo, determina la tasa de crecimiento del PIB. En la realidad, el velocímetro da una medida muy primitiva e inexacta de la actividad económica, y el botón para girar y aumentar el crecimiento económico no existe. El gobierno, aunque puede detener el desarrollo económico, como ha pasado en los años del FMLN en El Salvador, no tiene el poder de generarlo de una manera directa. En el largo plazo, sólo lo pueden hacer a través de inversiones en educación, salud, seguridad y otros servicios sociales.

Los que creen que existe una receta mágica para que un país tenga ingresos tan altos como, digamos, Alemania, sin tener que tener ingenieros y profesionales de primera clase, una fuerza laboral sana y educada, viviendo en una sociedad segura y libre, y, muy importantemente, sin una clase empresarial pujante y en renovación continua, están totalmente separados de la realidad. Los que dicen tener esas recetas mágicas para lograr el desarrollo sin ninguna de esas cosas, eventualmente tienen que reconocer, como el Mago de Oz en la película de ese nombre, que no tiene esos poderes y que lo único que puede es operar unos espejos y un poco de humo para engañar a la gente. La gente que les cree tiene que reflexionar que si estos trucos existieran ya todos los sabrían y todos los países serían desarrollados aunque la gente no supiera leer y que no habría crisis como la de 2008 ni caídas y bajadas de la producción como las hay todos los días. La Reina de Inglaterra no hubiera tenido que preguntar después de la gran crisis de 2008, “si saben tanto, ¿cómo no supieron que venía la crisis?”.

La actividad económica está basada en centros de conocimiento, que es lo que son las empresas. El desarrollo de Estados Unidos, por ejemplo, está concentrado en grandes centro de conocimiento, algunos de ellos terriblemente sofisticados, como Google, Apple, Amazon, Microsoft, Facebook y similares, y otros no tan sofisticados pero sí muy efectivos, como las grandes y pequeñas empresas comerciales, industriales y de servicios que organizan los recursos materiales y humanos para generar riqueza. Esta capacidad de organizar recursos para sacar lo máximo de ellos para volver realidad una idea es lo que determina el desarrollo.

Es un problema que en muchos países no haya escuelas para enseñar no sólo como administrar empresas sino cómo crearlas y cómo manejarlas para mantenerlas en el borde de la innovación. En parte esta falta se debe a que esta área es una en la que hay que aprender haciendo. Usted nunca sabrá si puede tener una idea, desarrollarla y convertirla en una empresa si no tiene una idea, la desarrolla y la convierte en una empresa. Y para esto se requieren muchos recursos. Pero haciéndolo es la única manera de hacerlo. Es también la única manera de desarrollar un sistema económico autosostenible: lo suficientemente productivo para poder sostener un moderno sistema de educación y de salud que permita a los salvadoreños crear más empresas que generen más valor agregado en un círculo virtuoso.

En este sentido, ha habido una muy buena noticia la última semana. Hace unos días se estableció en El Salvador una fundación llamada Colabora para fomentar el emprendedurismo en el país. La fundación brindará apoyo a nuevos emprendimientos de varias formas, incluyendo inversiones de capital, mentorías y otras actividades para ayudar a los nuevos empresarios a que desarrollen sus proyectos en la realidad. Este es el tipo de educación que más necesitamos. No sólo busca generar nuevas empresas, sino también crear una nueva cultura de colaboración en el país, que contribuirá a unificar a los sectores productivos en un nuevo proyecto de creatividad nacional. Es magnífico ver que en el país ya hay empresarios que ven su éxito en que otros empresarios tengan éxito. En medio de tantas noticias negativas, esta es una noticia excelente.

*Máster en Economía

Northwestern University.

Columnista de El Diario de Hoy.