Eres uno de los diputados jóvenes en la Asamblea Legislativa. Supuestamente te identificabas con el partido ARENA y corriste por una diputación, la cual ganaste con dicho instituto político. Sin embargo, recientemente renunciaste a ARENA por inconformidad en el manejo de las candidaturas para diputados para las elecciones del 2018, en la que no te permitieron llevar la propuesta de tu diputada suplente.
Johnny, el motivo de escribirte esta carta no es por tu rebeldía con ARENA, ni mucho menos porque hayas renunciado a tu reelección como diputado. Es para expresarte lo preocupante que es la propuesta para despenalizar el aborto que presentaste, en caso de violación de menor o estupro, y cuando la vida de la mujer esté en peligro. Porque estas son falacias que los lobby pro aborto pregonan para legalizar este negocio de muerte al cual te has prestado vilmente.
Es triste ver funcionarios como tú, que en lugar de elaborar y buscar la aprobación de políticas públicas encaminadas a mejorar la vida de la población, están pidiendo quitarles la vida a nuestros congéneres dentro del vientre materno; es pesaroso traer más muertes a un país donde a diario somos testigos de una violencia atroz que cercena la vida de muchos salvadoreños.
Johnny, de tu website cito textualmente lo que describes acerca de tu filosofía: “Creo en dejar de llamarlo “este país” y comenzar a hacerlo “nuestro país” porque todos somos responsables del futuro de nuestra nación y cada uno tiene una misión que cumplir”. Como bien lo dices, todos tenemos una misión en la vida y no es justo impedir a generaciones futuras incumplir esa misión, negarles nacer y que no puedan dejar el legado al que estaban destinados.
El progreso debe ser para mejorar nuestras vidas, el progreso no es legalizar la muerte de seres indefensos. Siempre deben existir limites, Johnny, y no como lo mencionas en la siguiente declaración que brindaste a un periódico digital: “En los estatutos y principios del partido el tema del aborto no está en blanco y negro, se presta a interpretación, todo está sujeto a transformación y a cambio”. Esto dice mucho de ti. Con esto me reafirmas que el relativismo gobierna tus ideas. Desde que afirmas “se presta a interpretación” me compruebas de cómo tus equivocadas convicciones pueden buscar alterar cualquier cosa a tu preferencia personal. El aborto no es ideológico y mucho menos económico; es un tema humano, Johnny, y nunca negociable.
En tus argumentos expones también: “Lo importante es basar el debate alrededor de la salud y de la decisión de las mujeres. Los que han entrampado la discusión son diversos sectores, entre ellos, hay un sector religioso”. ¿Cómo tienes el valor de hablar de salud cuando nuestro sistema de hospitales es decadente e ineficiente? Hablas sobre decisión de mujeres cuando el aborto es un tema de humanidad, no solamente de mujeres; mencionas el entrampamiento por sectores religiosos como si no viviéramos en un Estado laico. Esta discusión la podemos llevar sin argumentos religiosos y por tal razón en tu Twitter personal te he retado a un debate sobre el aborto y aquí te lo vuelo a decir: Johnny, te reto a debatir sobre el aborto y que expongamos nuestros argumentos sobre ello. Soy un férreo ciudadano defensor de la vida y me indigna ver políticos proponiendo leyes de exterminio.
Lamentablemente dudo que aceptes. Es vergonzoso ser un vocero de los mercaderes de la muerte que te apoyan para esa iniciativa; sin embargo, si decides aceptar solamente dime el día, la hora y el lugar. Ahí estaré.
*Columnista de El Diario de Hoy.
@LuisSaxum