La transnacional de la tiranía

Es necesario realizar que los movimientos de este peón, El Salvador, se están haciendo para salvar al alfil en Venezuela, en todo, hasta en la urgencia que tienen de confiscar las pensiones para generar recursos para defender el poder de la transnacional allá en Venezuela.

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Por Mirna Navarrete

10 August 2017

Cada día descubrimos con mayor alarma los síntomas de la enorme magnitud del compromiso que tiene el FMLN con la defensa de un régimen que se está aferrando al poder en contra de la voluntad de su propio pueblo, con métodos sangrientos que sobrepasan todo lo que se había conocido en América Latina. Como lo hemos visto en los últimos días, Nicolás Maduro ha llegado al extremo de ordenar que se lleve a cabo una reunión en El Salvador sin que el gobierno de nuestro país siquiera diga una palabra y que en vez de eso reciba sin trámites a cubanos que vienen a preparar esta reunión o algo todavía más peligroso para nuestro país.

Con estos actos y otros más el gobierno ha entregado la soberanía nacional, incluyendo el uso del territorio, a las personas que están coordinando la defensa de un sistema que ha extraído las riquezas de los pueblos de varios países latinoamericanos (Cuba, Venezuela, El Salvador, Nicaragua, Bolivia) para consolidarse en una posición de gran fuerza, a pesar de reinar en países que ellos cada vez los hacen más pobres. El Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador ya no representa los intereses y preferencias de El Salvador. Se ha entregado para convertirse en un instrumento más en las manos de esa gran transnacional de la tiranía.

Poco a poco esta gran transnacional ha ido quitándose la máscara. La tiranía ya era abierta desde hace décadas en Cuba pero en Venezuela todavía mantenía una fachada, muy decaída, de respeto a los procesos electorales, aunque los distorsionaban continuamente para perpetuarse en el poder. Ahora, en medio de la crisis que ha desatado la negativa del gobierno venezolano a entregar un poder que ya perdió en las elecciones del Poder Legislativo, la transnacional de la tiranía ha perdido la discreción y ha mostrado quiénes dan las órdenes y quiénes las obedecen. El gobierno de El Salvador es de los que las obedecen.

Con esto la transnacional de la tiranía ha mostrado que ha pasado a otra etapa, basada en la fuerza bruta, en su lucha por el poder y por los recursos económicos de los países que controla. La pretensión de ser democráticos ya no les funciona porque la democracia los expulsa, pero ya han acumulado suficiente fuerza bruta como para que no les importe mostrarse como antidemocráticos. En el proceso están probando los instrumentos que ya habían desarrollado para cuando este momento llegara, están desarrollando nuevos, y están entrenando a los que los usarán cuando haya que defender el poder contra los resultados de la democracia —algo que ven venir en El Salvador.

Pero al hacerlo, también están mostrando que son una sola cosa y que tienen un enorme poder de coordinación en los países que han capturado, y especialmente en Cuba, Venezuela y El Salvador. Todavía hay mucha gente en el país que mira a Venezuela como un fenómeno lejano, sin darse cuenta de que es un alfil en un ajedrez en el que nosotros somos un peón y que las acciones que se toman con ese alfil están contribuyendo a forjar nuestro destino. En este momento, somos parte del mismo tablero que se está jugando en Venezuela. Es necesario realizar que los movimientos de este peón, El Salvador, se están haciendo para salvar al alfil en Venezuela, en todo, hasta en la urgencia que tienen de confiscar las pensiones para generar recursos para defender el poder de la transnacional allá en Venezuela. No hay nada que no estén dispuestos a hacer para realizar esta defensa.

Pero mientras el pueblo venezolano está luchando contra esas fuerzas que están jugando en contra de venezolanos y salvadoreños, en El Salvador no estamos haciendo nada, sin darnos cuenta de que muy pronto la fuerza que mueve ese alfil se tornará contra nosotros para perpetuar su poder en El Salvador aunque pierdan las elecciones… igual que están haciendo en Venezuela.

La sociedad salvadoreña está comportándose como la persona que ve correr a una fiera depredadora contra ella, con las fauces ya abiertas, y cree que si voltea a ver a otro lado la fiera no le hará nada. O que puede esperar un año para prepararse.

*Máster en Economía

Northwestern University.

Columnista de El Diario de Hoy.