En la famosa plenaria, que ya es histórica, los diputados confirmaron el peyorativo dicho salvadoreño: “Si va a ser fea, hagámosla negra, mechuda, gorda y trompuda”. Y así resultó el grosero paquete que aprobaron, para blindar la corrupción rampante en el Órgano Legislativo, comenzando con innecesaria dispensa de trámites, aunque habían jurado que no volvería a darse.
Modificar la Ley de Extinción de Dominio favorecía a los del FMLN que tienen la cola bien pateada, a los incondicionales de GANA, interesados en mantener sus prácticas corruptas, y a la diputada ARENERA, quien con maquiavélica sonrisa dice que votó “a conciencia”, por amor a don Chicho, a quien además regaló la reelección para disfrutar otro periodo.
También aumentaron al 50 % los fondos que el Goes se lleva de nuestras pensiones, asegurando beneficiar a los trabajadores, aunque no conozcan ninguna de las propuestas presentadas, indiferentes a que la de la ICP resuelve en gran medida los problemas fiscales del gobierno.
Las curiosas declaraciones del Profesor Sánchez Cerén solo pueden justificarse como producto de su ingenua ignorancia, al creer que el dinero de las CIP no es confiscación, sino inversión, para mantener las pensiones de los trabajadores. Sus asesores técnicos debían explicarle que ese dinero de las CIP proviene de los ahorros de los trabajadores, que el Estado jamás devolverá.
El ministro Cáceres exige que le aprueben sus propuestas de reforma a las pensiones, para poder robarle $5,000 millones más a los trabajadores afiliados a las AFP, argumentando que también la propuesta del ICP es confiscatoria. No le avergüenza aceptar que presentó presupuestos desfinanciados y amenaza con un segundo impago, lo que sería motivo suficiente para destituirlo, ya que no ha tenido la decencia de renunciar, tras su mal manejo de los recursos públicos.
Pero igualmente indignante ha sido la actitud hipócrita y cobarde de la bancada de ARENA, de abstenerse de votar y totalmente decepcionantes las explicaciones del Dr. Portillo Cuadra, cuya actitud académica ponderada le había ganado amplio respeto: “Votar NO en el tema de pensiones podía enojar a algunos afectados”. ¿Quiénes son esos afectados que le merecen tanta consideración? Porque los verdaderos afectados somos los ahorrantes de las AFP.
Peligrosas y agresivas las declaraciones generadas ante la sentencia de la Sala de lo Constitucional (Dios bendiga a esos magistrados). El Presidente, siempre perdido, asegura que esa decisión daña a los jubilados y animó al pueblo salvadoreño a respaldar al gobierno en las medidas que tomará. ¿Contra la Sala y los magistrados?
Por su parte, los diputados del Frente han hecho gala de ignorancia al criticar la sentencia: Rolando Mata habla de vicios de procedimiento, califica la medida de graciosa, política y caprichosa, y que esos magistrados en otro país serían sujetos de juicio, y que aquí, por no contar con los votos suficientes, no pueden llevarlos a los tribunales. Sería interesante que se conociera la formación académica del legislador rojo, que sustenta este tipo de criterios.
Les ha causado urticaria las justas declaraciones de la Embajadora Manes en su lucha contra la descarada corrupción, ante el evidente desvío de fondos, destinados a beneficiar al pueblo, hacia el bolsillo de los legisladores y el crecimiento del narcotráfico. Faltando al respeto que merece todo diplomático, la han acusado de injerencia y que no les importa perder el Fomilenio. Mientras el canciller Martínez inútilmente insiste en que El Salvador ha cumplido las 16 condiciones exigidas para el desembolso y hasta ha contratado un bufete de abogados en EE. UU. para que le ayude a renovar el TPS.
Ante panorama tan desalentador, HAY QUE SACAR AL FRENTE DEL GOBIERNO.
*Columnista de El Diario de Hoy.