Vino nuevo en odres nuevos

Toda crisis significa oportunidad, la cultura milenaria asiática así nos lo ha dejado claro desde siempre, por lo que todavía es tiempo de intentar rectificar, con hechos no con palabras, que el partido tricolor puede convertirse en un partido incluyente.

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Por Mirna Navarrete

10 July 2017

El denominador común encontrado por Nicolás Maquiavelo, hace más de quinientos años, en los líderes políticos que conoció y analizó, fue su falta de capacidad para adaptarse a los cambios de los tiempos, queriendo por la posición de poder que ostentaban, que fueran “las circunstancias” las que se adaptaran a ellos. Craso error que sigue cometiéndose en el mundo entero, pues fuera de los principios y valores, todo lo demás evoluciona.

Valga lo anterior para decir que la gota que rebalsó el vaso en ARENA fue el retiro de las precandidaturas para la reelección en 2018, de los diputados Johnny Wright y Juan Valiente, tras cuestionar el “proceso interno” de ese partido político. Lo que cualquier observador de la realidad nacional se pregunta es la razón por la cual, con tan profundo deterioro en la calidad de vida de los salvadoreños tras ocho años de gobiernos efemelenistas, haya situación de empate técnico en las encuestas. ¿Serán acciones como las esbozadas por los diputados las que no dejan despegar al principal partido en la oposición?

ARENA, resulta tan fácil afirmarlo, ha ejercido una pobre oposición, sin propuesta de solución a los ingentes problemas que en el día a día sufrimos la mayoría de salvadoreños. Y la gran oportunidad de volver a sintonizar con el electorado, la renovación interna, es decir abrir el partido para que los diversos sectores de la sociedad puedan sentirse representados en el principal vehículo de la oposición, la vienen echando a perder, cercenando por ejemplo el pasado enero, al entonces recién juramentado sector juventud; descalificando precandidatos “en el proceso interno”, con algunas de las actitudes que tanto rechaza la ciudadanía.

Ciertamente, la reacción de los troles de ARENA hacia los diputados Wright y Valiente, y las afiliadas Aída Betancourt y Gaby Trigueros fue asquerosa, como es en general lo que suelen difundir los troles, sean de quién sean, por el anonimato del que hacen gala. El tema gays y aborto, dicho sea de paso, nada tienen que ver en esta problemática de ARENA. Fue puro invento. Lo que del Coena se percibe, empero, es que desconfían de las mentes críticas y las personas independientes.

Con cero posibilidades de renovación en el FMLN, por su ADN de carácter autoritario, le quedó la pelota en la cancha a ARENA, pero lejos de aprovecharse la oportunidad, se fueron por la opción de vender vino nuevo en odres viejos. Y se sabe que los odres viejos amargan el vino, cuando no es el vino el que por su composición rompe los odres. La gente, además, ha dejado de comprar atol con el dedo. O ARENA apuesta por una verdadera renovación, de la cual emanen argumentos, propuestas y sana crítica, o se pueden quedar cantando su marcha, con el agravante de que serán cada vez menos los que continúen haciéndolo.

Toda crisis significa oportunidad, la cultura milenaria asiática así nos lo ha dejado claro desde siempre, por lo que todavía es tiempo de intentar rectificar, con hechos no con palabras, que el partido tricolor puede convertirse en un partido incluyente, junto a otros, con legítima aspiración de convertirse en opción de gobierno en los eventos electorales por venir. Toda vez que la apuesta sea por vino nuevo en odres nuevos.

*Director Editorial de El Diario de Hoy.