Transparencia presupuestaria, base para la negociación

descripción de la imagen

Por

27 mayo 2014

El país cuenta con unas finanzas públicas muy deterioradas que deben ser el centro de atención de la agenda nacional. Es el momento para enfocarse en el tema, analizar los riesgos de seguir en el rumbo actual y buscar soluciones de largo plazo. No es en vano que los dos temas que más preocupan a los salvadoreños son la delincuencia y la situación económica. El desempleo es una de las mayores causas de frustración en el país, particularmente la falta de empleo para los miles de jóvenes que desean insertase en la vida productiva. Sin que la economía genere oportunidades y nuevos empleos, se están propiciando más condiciones para la migración o para que muchos jóvenes se incorporen a las maras o grupos delictivos.

El reto inmediato del próximo gobierno es generar confianza para que se establezca un espacio de diálogo que impulse la mejora del clima de negocios y así desatar las fuerzas del crecimiento económico. Dentro de los elementos para lograrlo está que los actores puedan llegar a un acuerdo de sostenibilidad fiscal, así como entrar en una dinámica de austeridad y transparencia presupuestaria.

No se puede continuar con la presentación de presupuestos generales incompletos y opacos, que no hagan explícitos todos los gastos que pretende hacer el gobierno durante el año. La aplicación de la Ley Orgánica de Administración Financiera del Estado (AFI) ha sido sumamente deficiente, ya que ésta señala que el Presupuesto General del Estado se estructurará con los principios de universalidad, unidad, equilibrio, oportunidad y transparencia.

El nuevo gobierno debe tomar medidas de austeridad inmediatas, pues el exceso de gastos ha generado un crecimiento en la deuda que no va acorde al crecimiento del país; en pocas palabras, si se gasta más de lo que se tiene, se amenaza la estabilidad fiscal. En los últimos días se ha presentado una nueva reforma tributaria, la cual debe ser ampliamente discutida dentro de una estrategia de mediano y largo plazo. El país necesita predictibilidad, pero el Presupuesto General aprobado para este año 2014, apenas a cinco meses de estar vigente, ya evidencia que está desbalanceado con estimaciones de ingresos sobreestimados y habiendo dejado por fuera gastos tales como subsidios, devoluciones de impuestos, entre otros. Se utilizan artificios para evitar las discusiones en la Asamblea Legislativa; de esta manera, decisiones que implicarían mayoría calificada, por ser préstamos o emisión de deuda, terminan siendo aprobados por mayoría simple. Es momento de hacer un alto en el camino e iniciar una amplia discusión de estos temas, antes que sea tarde.

Se debe mejorar el funcionamiento de la institucionalidad en la gestión presupuestaria a través de la transparencia, la discusión amplia de las ideas y también la rendición de cuentas de cara a la ciudadanía. De igual manera, se debe evaluar la política fiscal y sus resultados, con el fin de someterla a un escrutinio y evaluación de metas. La importancia de la temática es vital para el contexto nacional, pues el país se encuentra en una encrucijada de estancamiento en el crecimiento y grandes demandas sociales que deben atenderse. Según la Iniciativa de Presupuesto Abierto (International Budget Partership) "lograr presupuestos transparentes y creación de controles y contrapesos adecuados en el proceso presupuestario permite mejorar la credibilidad y priorización de las decisiones de política, limitar los espacios de corrupción y el gasto superfluo".

Es lamentable que frente a un problema que tiene complejidades de índole técnico y político, ciertos políticos lo reduzcan a una discusión de que el gobierno necesita más ingresos y la mejor forma es que los ricos paguen más impuestos. La reforma tributaria presentada a la Asamblea Legislativa debe ser analizada con suma profundidad, pues el simple anuncio de la misma ha provocado señalamientos de varias debilidades técnicas.

Sin duda, tanto pagar impuestos como combatir la evasión fiscal, debe estar sobre la mesa, pero también la ejecución de presupuestos por resultados, elementos de justicia presupuestaria y análisis serio de gastos superfluos.

Estamos a días de la conclusión de un gobierno que deja las finanzas con un grave deterioro y problemas serios de liquidez; el gobierno del presidente Sánchez Cerén deberá inmediatamente tomar decisiones que esperamos incluyan elementos para la mejora del clima de negocios a efecto de generar crecimiento y empleo. También se requiere de un ambiente de armonía y sinceridad en donde se discuta un acuerdo de sostenibilidad fiscal con transparencia presupuestaria, como elementos que contribuyan a un verdadero desarrollo de país.

*Columnista de El Diario de Hoy.La reforma tributaria presentada a la Asamblea Legislativa debe ser analizada con suma profundidad, pues el simple anuncio de la misma ha provocado señalamientos de varias debilidades técnicas