"Mi trayectoria como concejal de la alcaldía de San Salvador por dos periodos 2009-2012 y 2012-2015 y mi postulación a candidato a diputado por el departamento de Sonsonate, para las elecciones del 2018, no me da la experiencia tal como para hacer una observación puntual a la asignación de este 2 % que recibirán las alcaldías”.
Se debe entender que este nuevo desembolso que se entrega a 262 alcaldes en un país con más intereses que soluciones debe ser administrado de la forma más honesta en beneficio de la comunidad apostando a la calidad de vida (conjunto de condiciones que contribuyen al bienestar de los individuos y a la realización de sus potencialidades en la vida social) que en pocos años podamos ver como el índice de desarrollo humano de cada municipio se ve fortalecido por el proyecto que se ejecute con dichos fondos.
Cada municipio tiene sus propios problemas y debe cada alcalde apoderarse de los más graves que aquejan a su comunidad y solucionar dicho problema. Si no lo hacen, en las elecciones del 2021 serán un triste recuerdo. ¿Qué significa FODES?: “Fondo para el Desarrollo económico y social de las municipalidades”, ¿Será la quema de pólvora, el desfile de carrozas y las fiestas patronales, desarrollo económico y social para un pueblo? No, no lo es. Por eso jamás una alcaldía ocupe un cinco de ese dinero para lo que no es. Repito, municipalismo no es tener las mejores fiestas patronales cuando hay tantas necesidades en una comunidad.
Se debe apostar por proyectos que mejoren la calidad de vida de los salvadoreños; no se vale que haya escuelas derrotadas por la indiferencia del Ministerio de Educación mientras se erigen grandes y fastuosos palacios “municipales”. Destinar más de cien millones de dólares a instituciones que no están preparadas para administrar estos recursos es para preocuparse; y sobre todo se debe modificar la ley de prescripción pues es de todos conocidos que muchos ex alcaldes de grandes ciudades y pequeños pueblos esperan sigilosamente los diez años que la le ley estipula y de repente estamos ante un “nuevo rico”. No podemos permitir que los fondos caigan en saco roto. Por mucho que se quiera decir de que el proyecto de ley de creación de este 2% queda muy bien sustentado para su utilización, ojalá se entienda que el municipalismo trasciende las paredes de una alcaldía y debe saltar muy pero muy alto para ser ese apoyo en salud, en educación, en talleres vocacionales, en deporte, recreación y lograr llevar agua para todos.
Si estos recursos tienen un impacto profundo y certero en el índice de desarrollo humano de cada salvadoreño, habrá valido la pena, lo que significa que cada municipalidad le apostó al disfrute de una vida larga y saludable, acceso a educación y nivel de vida digno de los contribuyentes. Pero la realidad es otra y cito palabras textuales del Ministro de Hacienda: “De acuerdo a un estudio que desarrolló el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) las municipalidades están utilizando el FODES en un 74 % para gastos corrientes y un 26 % para inversiones cuando lo que realmente debería de ser es 75 % para inversión y 25 % para los gastos corrientes”. ¿Será que ese 2% asignado al FODES se utilizará correctamente en inversiones? Si es así, estamos ante un nuevo El Salvador; si no, será pan y circo para el pueblo y pan y cárcel para otros. Las cosas han cambiado, prueba de ello fueron las pasadas elecciones presidenciales, por lo que toma vida aquel viejo dicho: “En guerra cantada, no hay ganador….”. Hoy queda esperar que los partidos políticos se unan para solicitar e invitar al ejecutivo con la entrega oportuna y efectiva de los fondos FODES y no vivan los atrasos que hemos visto en los últimos años…
Médico