El gran pensador y politólogo italiano Giovanni Sartori, en su libro Homo Videns: la sociedad teledirigida(1997), nos plantea una sociedad automatizada en la que las imágenes televisivas de noticias descontextualizadas adormecen la capacidad intelectiva y de discernimiento de las personas. Su escrito fue profético y prácticamente también vaticinó lo que vivimos hoy con las redes sociales y con las noticias falsas que solamente utilizan títulos llamativos y no poseen una información sustentada e investigada que les brinde veracidad a lo que exponen.
Que decir de los “memes” difundidos a diestro y siniestro hasta en las conversaciones de whatsapp limitan de forma abrumadora una interpretación de la realidad. El ser humano que ha crecido y se ha formado primordialmente o exclusivamente en una sociedad televisiva, visual y virtual, donde en el presente imperan y dominan redes sociales como Facebook, Twitter e Instagram, está prácticamente incapacitado para las formas superiores del pensamiento, el cual se caracteriza por la capacidad simbólica, de abstracción y razonamiento lógico que viene dado por el lenguaje y la lectura, lo que deviene en una progresiva infantilización del individuo.
Es imprescindible una moderación de esta realidad virtual y una culturización en la lectura e investigación de las nuevas y actuales generaciones para no convertirnos en carne de cañón de esta maraña virtual de la simplicidad y el engaño. Con el paso del tiempo este adormecimiento intelectual de las personas afecta negativamente y letalmente a la sociedad. Sartori lo explica: “La televisión invierte la evolución de lo sensible en inteligible y lo convierte en ictu oculi, en un regreso al puro y simple acto de ver. La televisión produce imágenes y anula los conceptos y de este modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y con ella toda nuestra capacidad de entender”.
A esto debemos agregarle que muchos medios actuales de información no poseen credibilidad alguna, gran cantidad de ellos son creados con la finalidad de “desinformar” y son usados contra los principales adversarios políticos de la contienda del momento. La información transmitida es superficial, incompleta y donde prima el elemento emotivo y no el racional. El subdesarrollo educativo de nuestro país es un colaborador silencioso de este infortunio al no formar personas escudriñadoras de la verdad.
No podemos negar que la rigurosidad y calidad de la televisión ha disminuido sustancialmente y que la explosión y difusión de las redes sociales y la conectividad de estas ha profundizado más en la mutación del homo sapiens hacia el homo cretinus. Es un llamado a los medios de comunicación y periódicos serios, todos aquellos quienes poseen una trayectoria formal, mantener una exhaustiva rigurosidad de sus contenidos informativos y no formar parte de la gama de actores que engendran al perecedero homo videns.
El homo sapiens (hombre pensante, evolucionado después del Cromagnon, capaz de razonar) se ha transformado en un hombre visual, altamente incompetente para entablar un diálogo o un debate con argumentos sólidos e irrefutables. Un rampante relativismo también ha incidido en la involución del homo videns; haciendo creer a las personas que no existe la verdad y que todo es debatible y cuestionable, engañándolos de que cada persona posee una verdad rayando lo absurdo.
“Vivimos una época sin verdad”, como lo dice y lamentándolo mucho el escritor español Juan Manuel de Prada y esto va fraguando una destrucción de los principios, de la moral, la libertad y la democracia… terminando con una paulatina automatización y abolición del hombre, la cual muchos no ven que se está infiltrando mediante sus televisores, computadoras y sus celulares. De seguir así el homo videns seguirá esparciéndose y con él su perniciosa desinformación.
Politólogo y consultor en seguridad @LuisSaxum