Segunda oportunidad anual

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17 March 2019

En esta ocasión deseo olvidar por un rato más la política y los temas de la triste realidad nacional y mundial que estamos viviendo. Quiero hablar de una segunda oportunidad que Dios nos da año con año para que pensemos lo bueno y lo malo que hacemos, hagamos cambios positivos en nuestra vida y volvamos a Él como hijos al Padre. Les hablo de la cuaresma, un tiempo para reflexionar, orar más, ayunar y conocer mas a Dios en medio de la Palabra Divina por 40 días.

A continuación, analizaré los 3 elementos que componen la cuaresma, es decir, ¿cómo puedo poner en práctica como joven cada uno de esos elementos? ¿Qué significa cada uno? ¿Cuál es el objetivo?

Ayuno: es dominar nuestros deseos y gustos por un día como son Miércoles de Ceniza y todos los viernes de cuaresma, al igual que lo hizo Jesús en los 40 días que paso en el desierto antes de sufrir las 3 tentaciones que le hizo el diablo y que gracias al ayuno y a oración las pudo dominar o mejor dicho rechazar. La tradición dice que es no comer carne pero para mí va más allá, por ejemplo: si nos gusta hablar mal de la gente vamos a ayunar de no hacerlo más; si nos gusta decir malas palabras, hoy ya no diremos más y así vamos a ayunar; si tratamos mal a nuestros empleados domésticos, hoy los trataremos mejor; si tomamos mucha soda y no agua, hoy lo haremos al revés; si vemos pornografía ya no lo haremos, entre otras cosas que podemos dejar de hacer para amar más a Dios.

El objetivo es dominarnos y dejar de pensar en nuestros gustos, deseos, vicios y todo lo que nos aleja de Dios para acercarnos más a Él.

Oración: es leer, meditar, hacer vida la Palabra de Dios, ir a la iglesia con alegría y más devoción, aunque el sacerdote o pastor hable mucho en misa o en el culto, es dedicarle más tiempo del día a nuestro Padre Dios, es que los católicos vivamos con mas amor los sacramentos, no hacer las oraciones diarias por salir del compromiso.

Por ejemplo: orar es rezar el Rosario meditando cada misterio, cada Ave María y no hacerlo como si somos loras o robots; no salirnos a la carrera de misa si no quedarnos hablando con Dios; dedicar mas tiempo a la lectura de la palabra de Dios, hacer con más devoción las oraciones diarias.

Limosna: para mí es sinónimo de caridad; no es dar lo que me sobra material o físicamente hablando; la limosna puede ser material o espiritualmente. A mi modo de ver, está íntimamente ligada con las obras de misericordia. La limosna la puedo definir con una frase de Santa Madre Teresa de Calcuta: “Dar hasta que te duela”.

Ejemplos de limosnas: darle la hamburguesa que yo me iba a comer a un niño de la calle que quizás no ha comido en días; rezar por los fieles difuntos o por las almas del Purgatorio; darle amor a quienes los necesitan; visitar a los enfermos, huérfanos, abandonados y presos; dar consejos a quien lo necesite, dar sin recibir nada a cambio; vestir al desnudo; apoyar en las actividades de la iglesia, entre otras actividades que podemos realizar.

El fin de la limosna es salir de nosotros mismos para ver a Dios en el prójimo.

En 4 frases puedo resumir la cuaresma como: cambiar nuestro ser interior, renovar nuestra amistad con Dios, dominar nuestros gustos, deseos, vicios y todo lo que me aleja de Él; ver a Dios en el prójimo.

Licenciado en turismo