La oposición y la deuda

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14 February 2019

En diciembre el Estado debe pagar una deuda de US$800 millones en Eurobonos.

En septiembre del año pasado se presentó ante la Asamblea Legislativa el proyecto de presupuesto 2019. Junto con él se solicitó la autorización de una milmillonaria deuda para pagar, entre otras cosas, esa deuda de Eurobonos.

Fue en esos días cuando publiqué la columna titulada 2019: http://www.eldiariodehoy.com/opinion/editoriales/93330/2019/. En ella planteaba que ante los US$800 millones que deben pagarse los diputados tenían tres caminos: “1. Que esas obligaciones se paguen íntegramente con más deuda; 2. Que se paguen totalmente con ingresos corrientes del Estado; y 3. Que se paguen parcialmente con deuda, y parcialmente con ingresos corrientes de Estado”. Ahí proponía que, en lugar de optar por pagar íntegramente esa deuda con más deuda, debería hacerse un esfuerzo para reducir los gastos y, aunque sea parcialmente, pagarla con los ingresos corrientes del Estado.

En esos días la posición que privaba era que toda la deuda se pagara con más deuda. Los candidatos presidenciales pensaban que ganarían las elecciones de 2019; por ello expresaban (directamente o mediante allegados) que lo que correspondía era limpiarle la mesa al próximo gobierno. Todos asumían que ellos serían el próximo gobierno.

Esa columna de septiembre de 2018 la finalicé con estas palabras: “Diputados, es tiempo de ser solidarios con los ciudadanos. Siquiera parte del pago de la deuda que vence en 2019 debería asumirla el Estado ajustándose el cinturón, en lugar de imponerle a los ciudadanos toda la carga (nuevamente). Pero si el argumento solidario no cala, tal vez el pragmático sí: Diputados, con ese cheque en blanco regalarían su única moneda de negociación en caso que el próximo año terminen en la oposición. Es necesario un golpe de timón. Pero, escuchando al coro, parece difícil que eso ocurra”.

El golpe de timón no vino. Y la voz del coro privó.

El último día hábil de 2018 la Asamblea Legislativa aprobó el presupuesto 2019 y una deuda por US$1,297 millones para, entre otras cosas, pagar los US$800 millones en Eurobonos que vencen el próximo diciembre (supuestamente). Las distintas fuerzas políticas seguían creyendo que le limpiaban la mesa a un próximo gobierno que sería el de ellos.

Llegaron las elecciones del 3 de febrero. La abrumadora victoria del partido GANA sorprendió al FMLN y a la alianza ARENA-PCN-PDC. El terremoto en el FMLN y ARENA ya inició, y el fantasma del transfuguismo se asoma.

De haber actuado con más prudencia cuando se autorizó la emisión de bonos por US$1,297 millones, hoy ARENA y el FMLN tendrían una importante moneda de negociación para actuar como una oposición más fuerte. Pero decidieron regalar esa moneda a un futuro gobierno que resultó ser uno distinto al que ellos esperaban. Hoy son una oposición más débil de la que habrían sido de no haber autorizado esa milmillonaria deuda.

El próximo gobierno cuenta con un mayor margen de maniobra. Para algunos eso es bueno, pero en las últimas décadas la disciplina fiscal no ha sido un valor en ninguna fuerza política. La austeridad siempre ha sido mala palabra. Veremos qué ocurre ahora.

Lo hecho, hecho está.

Haciendo un lado los US$800 millones que vencen este año, en el próximo quinquenio se vienen otros bonos a vencer por US$1,657.71 millones. Habrá que ver si las fuerzas políticas aprendieron lecciones de lo ocurrido, y si ahora sí exigirán que esas otras deudas ya no se enfrenten pateando el balón hacia adelante, sino ajustándole el cinturón al Estado.

Abogado

@dolmedosanchez