El Amor Eros

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13 February 2019

Es infaltable, muy necesario escribir de amor… ese amor transformador de vidas, el que revoluciona sentimientos y provoca pasión; que nos lleva a prolongados momentos de inspiración absoluta, a oníricos instantes extraídos de un paraíso irreal. El amor eros, ese amor tan deseado y buscado por todo ser humano, el que desde la adolescencia va fraguando en esos jóvenes corazones.

Sin embargo, es muy importante no creernos lo que este mundo banalizado nos muestra como amor eros, existe una tergiversación deformada de lo que representa este noble e importante sentimiento humano. No podemos limitarlo a lo netamente sexual, a un simple y egoísta placer personal, eso en nada refleja un amor eros. Estaríamos siendo traicionados por los instintos y no nos diferenciaríamos en nada de los animales.

Un amor de pareja es un amor de entrega, el que se enamora de esa persona que admira y la hace crecer y exigirse en ser mejor cada día de su existencia. Son dos almas que se complementan e intercambian virtudes, afectos, vivencias y mutuamente se van moldeando hasta contagiarse un poco el uno del otro; cada uno es un cincel y a la vez un mármol donde por su mutuo amor, buscan crear un ser bello en todo su conjunto, con quien compartir su vida y con el que dejaran un legado sumamente importante para el mundo y la sociedad: los hijos…

Amor eros… estado afectivo infinitamente excelso, construido con elementos muy ajenos a lo corpóreo, lo tangible del cuerpo queda relegado a la prominencia de la inteligencia y los sentimientos. No puede germinar amor hacia una persona que no sea buena, que no tenga el requerimiento mínimo de agradable, no podemos amar cuando existe ausencia de virtud. El eros se desarrolla con la admiración del ser que nos inspira, aquel que con toda nuestra voluntad le regalamos nuestro tiempo y que cuando estamos a su lado, no queremos saber nada del mismo tiempo… es el ser, al que le entregamos nuestra propia vida.

Lo animal no puede presentarse en esto que describo, no hay lugar para deseos exacerbados como la lujuria, no existe ningún espacio para un egoísmo humano que nos limita exteriorizar un amor pleno.

El amor eros, tan buscado, tan apetecible, pero tan erróneamente entendido… la entrega mutua no la ejercitamos, destilamos un hedonismo avasallador de sentimientos, no deja en pie ninguna muestra de cariño debido a su tan ensimismada gratificación. Febrero, el Mes del Amor, hemos escuchado desde que éramos niños, publicidad y promociones de restaurantes por doquier, infinidad de rosas por las calles que transitamos, enormes peluches casi imposible de sostenerlos.

¿Desde cuándo se hizo negocio y se banalizó el amor? ¿En qué momento el amor se redujo a un misérrimo día de nuestra existencia finita? Habitamos en un espacio tiempo muy limitado, en el que difícilmente llegaremos a respirar durante noventa años, no podemos relegar tan trascendental sentimiento a unas horas de calidad con el ser amado. No permitamos que como ha sucedido con muchas cosas trascendentales del mundo, el amor sea solamente un slogan de propaganda comercial, algo mercantilizado que se pretenda adquirir en un supermercado.

El amor eros requiere de una esencia natural de los corazones; es un elixir que entregamos a la persona amada, por considerarla digna de nuestro amor, meritoria de pertenecerle. Al hacer esto no esperamos menos y si la respuesta no asemeja lo entregado, resquebrajamientos se hacen presentes, rupturas de relaciones inevitables… por tal razón estimados lectores, si no queremos seguir siendo testigos de noviazgos no consolidados, matrimonios rotos e hijos abandonados, debemos empezar realmente a entender y a encauzar el amor.

Politólogo y consultor en seguridad

@LuisSaxum