El #10YearChallenge de Venezuela

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06 February 2019

El desastre bolivariano de Venezuela ha sido tan severo y rotundo que es fácil, desde la perspectiva de hoy, denunciar al régimen por su calamitoso manejo de la cosa pública, autoritarismo y criminalidad. Algunos dirían que era, y fue, predecible.

Pero resulta que para muchos no lo fue. Al contrario, no faltaban quienes celebraron el socialismo del Siglo XXI mucho después de que el chavismo se mostró dictatorial y abrazó políticas económicas absolutamente insostenibles. A modo de la tendencia #10YearChallenge en las redes sociales, miremos a algunos ejemplos de alrededor de los últimos diez años en comparación con la actualidad.

José Miguel Insulza, el anterior secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), siempre fue complaciente con los abusos del régimen. Cuando murió Chávez en 2013, Insulza le homenajeó e insistió en que no era un dictador, pero admitió que “algunas cosas de Venezuela ciertamente dejan que desear desde el punto de vista de la democracia”. ¡Cuánta diferencia con el actual líder de la OEA, Luis Almagro, quien sí llama las cosas por su nombre!

Desgraciadamente, son demasiados los políticos que entran en esta lista. Incluyen a Jeremy Corbyn, el líder del Partido Laborista del Reino Unido, quien dijo que Chávez hizo “contribuciones masivas a Venezuela y al resto del mundo”; el ex candidato presidencial demócrata Bernie Sanders, de EE. UU., quien declaró en 2011 que “el sueño americano es más probable que se materialice en América del Sur en lugares como Ecuador, Venezuela y Argentina”; y el ahora presidente ecuatoriano Lenín Moreno, quien en 2007 dijo que quería reproducir “los aciertos venezolanos”.

También está Michelle Bachelet, quien consideró a Chávez un “gran amigo y gran colega”, que toleró al régimen chavista y quien ahora está por verse qué tanto cambia su actitud como cabeza de la oficina de derechos humanos de la ONU. Y no hay que olvidar a Íñigo Errejón, del partido Podemos en España. Él fue quien en 2016 explicó que las largas colas en los supermercados venezolanos no se debían a la escasez de comida, sino a “el aumento de la capacidad de consumo”. Por lo menos él y otros, como Moreno, ya reconocen la naturaleza de la revolución bolivariana.

Tampoco se salvan las instituciones internacionales. En 2010, Oxfam celebró a Venezuela por ser un éxito en la reducción de desigualdad, mientras que la ONU en 2013 reconoció al país por reducir notablemente el hambre… a la vez que la crisis de escasez de comida se hacía evidente.

Una larga lista de intelectuales, celebridades y comentaristas también alabaron al régimen a lo largo de los años. Esta incluye a Sean Penn, Danny Glover, Oliver Stone y Diego Armando Maradona, quien, a diferencia de otros que ahora guardan silencio, reiteró hace unos días su apoyo incondicional: “Hoy más que nunca con el presidente Nicolás Maduro”. El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, se impresionó por las políticas chavistas de salud y educación, mientras que Noam Chomsky en 2009 dijo que en Venezuela estaba creando “un mundo mejor”. En 2013, el apologista omnipresente Mark Weisbrot, escribió en el periódico británico The Guardian que, entre otras cosas, la hiperinflación “es una posibilidad muy remota”. Su artículo se tituló “Perdón, enemigos de Venezuela: esta economía no es la Grecia de América Latina”. Tuvo razón, pues terminó siendo mucho peor.

Hoy algunos otrora defensores de la revolución bolivariana ya no lo son, pero muchos se niegan a reconocer un fracaso más del socialismo. Chomsky ahora dice, por ejemplo, que lo de Chávez fue capitalismo de Estado, no socialismo. Fueron los capitalistas quienes hundieron la economía. El #10YearChallenge nos enseña que hay quienes en diez años cambian poco.

(Este artículo fue publicado originalmente en El Comercio, Perú, el 29 de enero de 2019).

Director del Centro para

la Libertad y la Prosperidad

Global del Cato Institute