Generar trabajo

descripción de la imagen

Por

12 January 2019

La propuesta más acertada durante esta campaña presidencial es la de Carlos Calleja, “el presidente del trabajo” porque de todas las necesidades evidentes del pueblo salvadoreño, la prioritaria es encontrar un trabajo que le asegure una fuente de ingresos para acceder a una mejor calidad de vida.

Las estadísticas presentan un panorama más que pesimista y desolador. Miles de bachilleres en diferentes especialidades y graduados universitarios pasan a integrar las interminables filas formadas ante una feria de empleo. Y cuando esto se repite una y otra vez, aumenta la frustración y surge la temible pregunta: “para qué estudié” al conformarse con un trabajo temporal con bajos ingresos, para la que no se necesitaba una carrera universitaria.

Durante los dos mandatos del FMLN se han generado miles de puestos de trabajo, engrosando el aparato estatal para llenar estadísticas, plazas fantasmas y clientelismo, aumentando la militancia del partido y la obligatoria contribución económica.

La propuesta de Calleja busca solucionar este gravísimo problema causado por falta de inversión extranjera, que nos pone en el último lugar de la región centroamericana, por falta de seguridad jurídica, cambio de las reglas del juego, crecientes impuestos, problemas aduanales, gigantesca burocracia para obtener los permisos, falta de mano de obra calificada, y una larga letanía que lleva a los jóvenes a emprender el peligroso viaje al norte como la única esperanza para su futuro.

Es una realidad que muchos funcionarios públicos, cuadros antiguos del FMLN carecían de la preparación académica y de la experiencia para desempeñar importantes carteras y dirigir el rumbo del país en un mundo competitivo y globalizado, siendo su única experiencia la alcaldía de algún pequeño municipio.

En los candidatos de la Alianza por un Nuevo País sí hay certeza de que saben lo que significa generar trabajo. El abuelo de Carlos Calleja comenzó en el departamento de cárnicos de un supermercado, donde luego trabajaron sus hijos, y el candidato creció en ese ambiente de trabajo duro. La empresa cuenta con 100 salas de ventas en diferentes ciudades del interior de la República, generando miles de puestos de trabajo, apoyando cooperativas que han convertido a muchos pequeños agricultores y pescadores en emprendedores con esperanza.

Carmen Aída Lazo, como lo ha expresado en diferentes entrevistas, es producto del esfuerzo personal, de la dedicación al estudio y de no poner límites a sus metas, aprovechando las oportunidades que se le han presentado, sin rendirse nunca. Cuenta con experiencia docente altamente valorada por sus pares y alumnos, además de estudios en materia de economía en prestigiosas universidades del extranjero, ha desempeñado importantes cargos en el sector privado que han sido la base de su prestigio.

Ninguno de los dos ha participado antes en política, no tienen la cola pateada y no son responsables de la corrupción de los partidos en que militan. Están viendo hacia el futuro, con deseos de trabajar como lo han demostrado en sus recorridos por todo el territorio nacional. Es una luz de esperanza que Carlos y Carmen Aída tienen la capacidad y el deseo de dar a los salvadoreños el mejor regalo: un trabajo digno, que les permita realizarse como personas, aumentar su autoestima y despertar la ambición de llegar a ser mejores, porque no hay techo tan alto que el anhelo de superación no pueda alcanzar.

Debemos aprovechar la oportunidad de votar con responsabilidad, por la fórmula que tiene propuestas seguras, reales y factibles. Las Nuevas Ideas son sueños de opio de un joven ególatra que desconoce la disciplina y las satisfacciones del trabajo y parece importarle muy poco el futuro de los salvadoreños.

Maestra