¿Cuánto cuesta la ignorancia?

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29 December 2018

Parece extraño ponerle precio a la ignorancia que demuestran personas con poca instrucción, algo intangible sin valor cotizable en los mercados. Pero, como afirmaba Ortega y Gasset, “yo soy yo y mis circunstancias”, puede tener un precio, más o menos elevado, dependiendo del ignorante y de las circunstancias en que lo ponga de manifiesto.

Una vez más, el candidato de NI GANA ha metido la pata en foros internacionales, sin avergonzarse de demostrar su falta total y absoluta de los conocimientos que debe tener quien aspira a la Presidencia, demostrando que su agresividad únicamente funciona detrás de un celular y en las redes sociales.

Localmente hizo el ridículo en el foro de la UCA, en su demagógico discurso en la UES y al negarse a participar en el reciente debate, al enterarse que no podía usar su tablet, como el alumno que necesita llevar copia para pasar el examen.

La experiencia internacional ha sido desastrosa. En Europa Press dejó pasmados a sus entrevistadores al mencionar como una de las ventajas del país para inversión extranjera el hecho de que no hubiera invierno y que los mayores generadores de empleo eran las pandillas. Pero se superó a sí mismo en reuniones sostenidas con posibles inversionistas en los Estados Unidos, donde no pudo esconder su total desconocimiento de temas cruciales.

El Ministro de Hacienda, Nelson Fuentes, declaró: “Yo estuve en reunión con inversionistas que me dijeron que Bukele había dado una mala percepción que incrementó el grado de riesgo, un punto porcentual en la tasa de interés…Hay que saber tratar a los inversionistas en temas tan delicados, porque de lo contrario comienzan a vender sus títulos en el mercado secundario”. Resultado: el interés de la deuda de El Salvador se incrementó en 0.25 puntos porcentuales, tras esta reunión en Washington que generó más dudas que respuestas.

Roberto Lorenzana, Secretario de Comunicaciones del gobierno, fue más drástico al afirmar que “los compradores de la deuda del país nos informaron de la incertidumbre que genera la candidatura de ese tipo (sic) que ni sabía con quién estaba reunido, ni tiene una proyección económica, ni idea de lo que significa la fiscalidad del país, por lo que aumentaron la tasa de interés porque aumenta el riesgo del país. Los inversionistas se han asustado, que cómo es posible que tengamos un candidato que no sabe nada de finanzas y no tiene los criterios como para responder a esos desafíos”.

La opinión de los diputados de diferentes partidos tampoco es alentadora. Rodolfo Parker (PDC) considera que el aumento en la tasa de interés, por las desafortunadas declaraciones de Bukele, supone $160 millones que pagaremos en impuestos, todos los salvadoreños. Margarita de Escobar (ARENA) afirma que “si el candidato no sabe manejarse en los foros internacionales, todos pagaremos las consecuencias por su incapacidad para entender los mercados”.

Pero Guadalupe Vásquez (GANA), defendiendo lo indefendible, insiste que es “una campaña sucia porque Nayib no es presidente ni ministro… (¡¡menos mal!!) pero ha hecho el gran esfuerzo de ir a hablar en bien del país, y no en contra. Es invento para tratar de restarle votos, a quien está tan bien posicionado en las encuestas…” Y como la ignorancia supina del candidato ya trascendió a niveles internacionales, ya no pueden acusar a las instituciones de querer bloquearlo. ¿Será que negar lo que es evidente, significa que el nivel de ignorancia de sus seguidores supera la del candidato?

Al terminar el año, analicemos el comportamiento de los candidatos y pidamos al Divino Salvador del Mundo no permitir que triunfe la ignorancia.

Muy feliz Año Nuevo para todos.

Maestra