La comida y el humor

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15 December 2018

Siempre hemos estado pendientes de lo que afecta nuestro humor. Podemos, en situaciones especiales, nombrar algunos eventos que nos desencadenan mal humor y así intentar evitarlos. Por otro lado, hemos logrado identificar eventos que nos mejoran el humor y por tanto nos motiva a repetirlos para mantener este estado deseado de buen humor.



Si pensamos detenidamente, encontraremos que algunas comidas también alteran nuestro humor. Ya sea por la forma en que son preparados o cocinados, por la rapidez con que los ingerimos o simplemente por la naturaleza misma de los alimentos.



Algunos alimentos alteran nuestro humor pues tienen preservantes químicos o pertenecen al grupo de los llamados “alimentos ultraprocesados” tales como aquellos que tienen: 1) Azúcar refinada o almidones, como las galletas y sodas. 2) Los que contienen grasas saturadas, tales como las salchichas y hamburguesas fritas. 3) Productos de laboratorio, como los colores y sabores artificiales. Estos productos son conocidos pues claramente alteran nuestra salud física, promueven la obesidad y generan enfermedades cardiovasculares, diabetes o alteración de los lípidos en la sangre.



De acá, la tendencia actual de disminuir las comidas procesadas y ultraprocesadas para mejorar nuestra salud física. De igual manera, se ha encontrado que estos alimentos ultraprocesados también afectan los estados de humor, volviéndonos más predispuestos a sufrir estados de tristeza, desanimo y depresión.



La doctora Eva Selhub, especialista de la prestigiosa Universidad de Harvard, certificada en Medicina Interna, quien estudia la relación cuerpo-mente en busca del equilibrio de salud y bienestar, ha llamado a esta relación de los alimentos con los estados de humor “Psiquiatría Nutricional”, término que nos ayuda a conocer las propiedades que tienen los alimentos sobre la generación de los estados del humor.



En esta misma línea de estudio, la revista World Journal of Psychiatry, en su edición de septiembre 2018, presentó la monografía, “Alimentos antidepresivos: Perfil basado en la evidencia nutricional contra la depresión”, en donde analizan diferentes alimentos que pueden ayudarnos a mejorar los estados de ánimo negativos. Dentro de esta lista de alimentos estudiados se encuentran ostras, mariscos, vegetales de hoja verde, brócoli y pescados de agua fría, como el salmón, bacalao y truchas. Los cuales suelen ser ricos en Omega 3, vitaminas, minerales y micronutrientes específicos.



Por supuesto, los autores del estudio son claros en manifestar que la ingesta de esos alimentos no sustituye el tratamiento médico antidepresivo, ni los seguimientos psiquiátricos. Simplemente nos muestran el descubrimiento que la ingesta de algunos alimentos en cantidad adecuadas y frecuencia apropiada puede llegar a ser de utilidad en aquellas personas que sufren de trastornos del ánimo, tales como depresión, tristeza o desconsuelo. Y generan la posibilidad de minimizar las enfermedades comiendo correctamente, validando del aforismo de Hipócrates de Cos, el Padre de la Medicina, quien, ya en el Siglo V antes de Cristo, manifestó: “Que tu alimento sea tu medicina”.



De igual manera, nos alertan sobre el uso excesivo de los alimentos ultraprocesados, que deben considerarse como una causa del malestar de ánimo que frecuentemente se experimenta después de las festividades. Pues es en estas fechas en donde se suele comer sin pensar mucho en lo que se come, haciendo válida la frase de que “el hombre piensa con su estómago”; con los estudios recientes entre la relación del humor y lo que comemos, no hay duda que ese lema adquiere mayor importancia para cuidarnos de lo que comemos en estas festividades de Navidad y Año Nuevo.



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