¿Son los políticos el problema?

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15 December 2018

Renegamos de los políticos. A ellos achacamos todos los males que sufre nuestro país, los que lejos de disminuir, aumentan sin descanso.

Pero, ¿son los políticos, realmente, el problema?

En mi opinión, el problema somos los electores, que damos nuestros votos a personas absolutamente inadecuadas. Tal vez antes podríamos diluir nuestra culpa diciendo que los partidos políticos eran los que nombraban a quienes debían participar y no había más remedio que elegir a alguno entre todos ellos. Pero ahora los partidos hacen primarias en las que los afiliados participan y eligen a quienes, posteriormente, irán a votación popular. Y, en muchos casos, los que reciben la mayoría de votos son de lo peorcito.

El caso más evidente es el de GANA. En primer lugar, su candidato a la presidencia, elegido en unas extrañísimas primarias, ni siquiera se ha dado por enterado de que GANA es su partido. Al contrario, se esmera en ningunearlos permanentemente. Y ya sabemos que GANA es, dentro del espectro de partidos políticos, el más desprestigiado de todos, pero cuenta con votantes que, al menos para las elecciones del 04/03/2018, le dieron votos suficientes para alcanzar algún diputado por cociente, no solamente por residuo. ¿Cómo verán el que, meses después, entreguen el partido a quien anteriormente los insultó y se queden sin el color ni la bandera que los identificaba?

¡Hasta sin nombre! Porque su candidato explica hasta la saciedad que su partido es Nuevas Ideas, donde está su gente, su corazoncito (¿lo tendrá?). Ni siquiera sabemos si ese movimiento ya es partido político o todavía no, pero definitivamente no está participando en las elecciones. Es GANA quien participa.

Ejemplo: si alguien hace un contrato de compraventa por un vehículo marca XXX pero recibe uno marca YYY, ese contrato puede anularse. Entonces, pregunto: en el caso de los que creen que votan por el partido golondrina (que no participa), pero efectivamente estarán votando por GANA (y viceversa), ¿podrán solicitar la anulación de su voto al darse cuenta de la realidad?

El candidato de GANA ha mostrado una infinita capacidad para mentir, confundir y victimizarse (“me atacan”, en lugar de “estoy cometiendo ilegalidades”, etc.), escondiéndose y poniendo a otros a que den la cara por él. Su ingreso a la política, bajo la bandera del FMLN, fue el primer peldaño para ir metiendo en la mente de quienes la tienen bastante vacía, la enorme “N” y el celestito con que se ha identificado. En San Salvador, todo lo pintó de ese color, cambió el escudo tradicional del municipio y se convirtió en “gobierno” de San Salvador, para ir adormeciendo a los que se dejan y que, llegado el momento, les pareciera normal el volverse “gobierno” del país. ¡Por favor! Si ese individuo tiene vocación de bochinchero, no de estadista. Lo ha demostrado con sus acciones y actitudes.

También en otros partidos asoman algunos minúsculos personajillos, semejantes al de NI-GANA, cuya estupidez y engreimiento son su más más grande aporte. Hay que tomar eso en cuenta para las siguientes primarias.

Insisto, el problema somos quienes llevamos a muchos impresentables a los cargos a los que aspiran o mal desempeñan. Afiliémonos a los partidos y votemos en las primarias por los mejores, para elevar la calidad de nuestros políticos. Y, el 03/02/2019, salvemos a El Salvador negando nuestros votos al celestito.

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