La automatización llega al café

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10 December 2018

Recientemente escribí sobre el proceso en que las máquinas y la alta tecnología amenazan sustituir los trabajos de gente de carne y hueso. La amenaza proviene de los humanos que construyen y compran máquinas automatizadas para reemplazar a otros humanos, todo buscando eficiencia y ahorro de costos. Es obvio que estamos entrando en un período de grandes cambios tecnológicos y económicos.

Un nuevo informe de “Future of Jobs” de “World Economic Forum” (WEF) predice para 2022 que las máquinas realizarán el 42 % del trabajo de los seres humanos y más de la mitad para 2025. Esto debería sonar las alarmas; el año 2022, está a la vuelta de la esquina. Si WEF tiene razón, millones de personas verán sus puestos de trabajo automatizados en menos tiempo del esperado.

En el sector café, esa realidad no será la excepción. En Colombia, la Federación Nacional de los Cafeteros (FNC) y el Centro Nacional de Investigación Cafetera (Cenicafé), han presentado después de décadas de estudio y pruebas rigurosas en diferentes regiones cafeteras de Colombia, la planta de corte Brudden, DSC-18, que optimiza sustancialmente la cosecha del grano. Para el sector cafetero mundial en general, este desarrollo tecnológico es el resultado del trabajo de la Federación que tiene la finalidad de reducir los costos de recolección por kilo de café cereza, exigiendo menos trabajo y así mejorar la rentabilidad de los caficultores.

Con base en cálculos preliminares y mediciones rigurosas, incluyendo la optimización del tiempo, con la Brudden DSC-18 el caficultor puede recoger en promedio un 50 % más café que el método tradicional, lo que significará un costo menor por kilo de café cereza cosechado. Esta mejora varía en dependencia de la habilidad del operador de la máquina.

Exigir menos trabajo, especialmente en tiempos de escasez de mano de obra, es una gran ventaja que brinda la máquina al productor. Los métodos innovadores de recolección puestos a disposición de los productores por el Cenicafé exigen nuevas prácticas y cultura de trabajo para aprovecharlos al máximo, lo que incluye la retención de pases de cosecha y trabajo de los recolectores.

La Brudden DSC-18 es resultado del trabajo conjunto del equipo científico del Cenicafé y el equipo de la empresa Brudden en Brasil; especialmente, en la disciplina de la post-cosecha. La firma brasileña por años se ha dedicado a optimizar métodos de cosecha, con más de 35 años de experiencia en la fabricación de equipos agrícolas del más alto nivel.

En los últimos dos años, los miembros del Cenicafé y de Brudden dedicaron horas de trabajo teniendo en cuenta la topografía colombiana y la fisiología de la planta de café arábiga, para que se ofreciera un equipamiento ideal, que reducirá los costos de producción del café, en la cual la mano de obra es la variable más importante.

El costo aproximado del nuevo equipo es elevado, pero teniendo en cuenta el ciclo de vida del equipo, la economía de mano de obra y los menores costos de recolección compensan ampliamente la inversión inicial hecha por el caficultor.

En la misma línea de reducción de costos de producción y aumento de la rentabilidad, el pasado mes de agosto, FNC entregó otra de las innovaciones desarrolladas por Cenicafé: las pantallas en el suelo, que aumentan la cosecha de café entre 23 % y 45 % anual.

En la industria cafetera colombiana (cuyos orígenes se remontan a más de 200 años), la herramienta más utilizada para colectar café han sido los recolectores llamados “cocos”, pero ante la escasez de mano de obra y la necesidad de mejorar la rentabilidad del productor, Cenicafé ha dirigido sus investigaciones en este sentido.

Exministro de Economía