A horas de asumir como magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ)y la Sala de lo Constitucional, Carlos Sánchez habló con El Diario de Hoy de su visión de los magistrados anteriores, el procedimiento que lo llevó a su nuevo cargo y el legado que aspira a construir.
¿Cómo evalúa el legado de la Sala de lo Constitucional anterior?
La Sala anterior ha sentado un aspecto fundamental de independencia en sus decisiones y esto es fundamental en todos los tribunales.
¿Hay un legado jurisprudencial?
Las decisiones de la Sala anterior fortalecieron la democracia. Habrá que examinar sus sentencias a profundidad, pero al integrar un tribunal uno tiene que tomar en cuenta que las decisiones de una Sala son “justicia rogada”, pues solo se puede conocer de las peticiones que planteen los ciudadanos y la Sala se pronunciará en congruencia a la pretención formulada.
¿Hay aspectos que mejorar con respecto a la Sala anterior?
Todo es perfectible. A veces no hay que darle un enfoque diferente. Lo que sucede es que nuestra Ley de Procedimientos Constitucionales es muy antigua y la Sala enfrentó el desafío de trabajar cuestiones actuales con una ley bastante antigua.
¿Puede haber áreas exentas de control constitucional?
Un tribunal constitucional es usualmente contra poder, pues lo controla a todo nivel, y es contra mayoritario, pues resuelve a veces dándole la razón a alguien que la tiene pese a la mayoría no esté conforme. Yo creo que en un estado constitucional de derecho no hay zonas exentas de control, pero debe estar siempre dentro de los límites que la constitución señala. El juez constitucional no puede sobrepasar la misma constitución y otras leyes que ya se ha comprobado que no violentan la constitución, esos son sus límites.
¿Planean respetar precedentes establecidos por la Sala anterior?
En materia constitucional existe el concepto de la “cosa juzgada constitucional”, que se asocia a la seguridad jurídica, pero en una sociedad dinámica no puede haber decisiones a perpetuidad. Un cambio en precedentes constitucionales pasa cuando justificadamente o legítimamente se haya modificado la realidad social. Aquello que la Sala interpretó para normar una realidad que deja de existir debería examinarse. Eso sí, lo que se ajusta es la aplicación de la Constitución, no mi pensamiento personal sobre eso.
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¿Cree que el procedimiento de su elección y el acompañamiento de la sociedad civil garantizan magistrados idóneos, competentes e independientes?
La elección de funcionarios de altas cortes ha dado un avance pero puede mejorarse mucho. Por ejemplo, el Reglamento Interno de la Asamblea Legislativa (RIAL) puede mejorar estas elecciones. Este reglamento es especial porque tiene rango de ley de la República. La Asamblea debe examinar las fortalezas y debilidades de este marco.
Además es importante la participación ciudadana, por medio de instituciones, ONGs, universidades y otros actores. Ahora hubo un espacio de apertura pues las entrevistas fueron públicas, aunque los espacios fueron no tan amplios, pero se pudo indagar sobre el pensamiento político, jurídico, económico e ideológico de los aspirantes.
Esta participación puede perfeccionar la elección de magistrados de Corte. Y eso beneficia y conviene a la gente pues esta es la destinataria de la justicia constitucional.
¿Qué opina de los comentarios de diputados y otros personajes que se quejaban de que la sociedad civil quería decirle a los diputados cómo hacer su trabajo?
Habrá que ser prudentes. La elección de magistrados no es un proceso fácil, es complejo. Por eso reitero la importancia de la participación ciudadana incluso con las críticas que se puedan generar. Los que nos sometemos al proceso debemos tener la tolerancia de comprender el espacio crítico necesario en una democracia.
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Con un estancamiento de cuatro meses, ¿por dónde empezarán?
Hemos tomado un acuerdo administrativo que aún no puedo revelar donde señalamos los aspectos básicos de las áreas que ocuparemos todos. Pero hay dos grandes bloques. Hay más de mil casos pendientes, porque en los tribunales de justicia se ha incrementado la demanda judicial. El primer bloque es de los casos importantes y debemos saber priorizar aspectos de importancia, notoriedad o emergencia. Y en los otros casos no extraordinarios, que deberán establecerse por los cinco magistrados, deberán seguir su número. Debemos construir una agenda que nos permita hacer una ruta de trabajo y equilibrar una respuesta rápida con el control de calidad y tecnicismo que se requiere.
¿Qué apertura esperan tener con los medios de comunicación?
Es importante una relación de respeto y autonomía con los medios de comunicación, que son un pilar fundamental de nuestra democracia. La transparencia y la máxima publicidad son formas de control de la democracia. La deliberación de una Sala puede quedarse como asunto interno, pero las razones tendrán que estar en la decisión final y las deberemos exponer de la forma más comprensible. Es importante que la gente entienda nuestras decisiones.
¿Está contento con cómo quedó la Sala?
La integración la decide el Legislativo, pero yo tengo esperanza en que los cinco magistrado nos integraremos bien. Entiendo que puede haber diferencias pero debe haber respeto y tolerancia a lo interno de la Sala. Debemos construir consensos mientras no se comprometan los grandes principios.
¿Qué legado espera dejar en nueve años, cuando termine su mandato en la CSJ y la Sala?
Espero que al final de nuestra gestión se pueda decir que contribuimos a fortalecer nuestra democracia y que cumplimos con nuestro deber de proteger la Constitución y la aplicación de la ley.