“El alcalde municipal -Nayib Bukele- no requirió la realización de un valúo (...) a fin de establecer el precio actualizado del inmueble y sobre esa base gestionar ante el propietario el canon de arrendamiento que a los 25 años no representara un costo oneroso para la municipalidad. La importancia del valúo para la adquisición del inmueble, ademas de responder a un requerimiento legal, es con el propósito de que los recursos sean utilizados de forma transparente y con austeridad, eficiencia y eficacia”.
Lo anterior es uno de los principales hallazgos que la Corte de Cuentas (CCR) hizo a la gestión del exalcalde Bukele, ahora candidato presidencial de GANA, sobre el precio final del arrendamiento del edificio del mercado Cuscatlán.
Según la Corte, se debió negociar la renta del inmueble respaldado mediante valúo del inmueble, gestionado ante la Dirección General del Presupuesto del ministerio de Hacienda, y que esto genera una posible lesividad a las finanzas de la comuna capitalina.
Con el contrato firmado por Bukele, la Alcaldía de San Salvador terminará pagando $28.8 millones por el Mercado Cuscatlán luego de 25 años, cuando el costo estimado del inmueble es de $828,142.86. Esto representa una diferencia de 3,479 % a favor de terceros, lo que para los auditores de la Corte es de los principales hallazgos y señalamientos sobre el proyecto, avalado e inaugurado por Bukele en 2016.
En esa auditoría de gestión de la CCR, emitida recientemente y a la que El Diario de Hoy ha tenido acceso, a los auditores les parece extraño que el proyecto se haya negociado en esos términos, cuando el edificio se pudo haber comprado en una sola operación a un mejor precio, y le pide explicaciones al ex alcalde Bukele y a otros ex funcionarios de la comuna.
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El contrato que firmó Bukele con la sociedad Desarrollo Universal S.A. de C.V. es de $28.8 millones el cual se desglosa en pagos mensuales de $96,050 (IVA incluido) durante 25 años y si la comuna desea adquirir el inmueble al final de este plazo debe pagar $10,000 como parte de un contrato de promesa de venta, que también rubricó el hoy candidato por GANA.
Esta sociedad es propiedad del médico Julio Alejandro Murra Saca y, de acuerdo a información del Centro Nacional de Registros (CNR), se dedica a adquirir bienes e inversiones mobiliarias.
Más observaciones
La auditoría revela que el contrato de arrendamiento del edificio para el Mercado Cuscatlán, se firmó aún cuando el inmueble estaba hipotecado por $1 millón a favor de un banco, sin que esto se informará (a la institución financiera) ni se hiciera constar en el documento legal.
Los auditores no encontraron ninguna documentación, por lo que han pedido explicaciones.
Desde hace más de 10 años, el inmueble tiene una hipoteca por $1 millón y varias deudas de tasas por servicios municipales a la comuna capitalina, según la auditoría.
Al respecto el documento confirma que Bukele firmó el contrato con la sociedad Desarrollo Universal S.A. de C.V el 12 de noviembre de 2015 y que la hipoteca está vigente para un período de 15 años con el Banco G&T Continental desde el 29 de marzo de 2007.
Este expediente también asegura que no hay evidencias en los archivos de la alcaldía de este mecanismo de cumplimiento de obligaciones y que no hay pruebas que demuestren que los dueños del inmueble hicieran del conocimiento a la comuna de esta situación o que la municipalidad efectuara la investigación sobre la existencia de esta hipoteca.
Según la Corte de Cuentas, Bukele acudió “de buena fe” a la suscripción del contrato porque fue delegado por el concejo municipal para ello y que no buscó la asesoría de la entonces síndico municipal, Xochilt Marchelli, ni del que fue el gerente legal, Conan Tonathiú Castro, esposo de la alcaldesa de Nuevo Cuscatlán, Michelle Sol.
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En defensa ante este hallazgo, el exalcalde capitalino aseguró que no hay una base legal para determinar un incumplimiento y que la deficiencia señalada debe de ser superada porque existe ambigüedad en el procedimiento hecho por los auditores de la Corte de Cuentas.
“Si en algún momento existiera una hipoteca sobre el inmueble y esta no fue notificada no se tuvo conocimiento al respecto, este servidor acudió de buena fe a la suscripción del instrumento (contrato) respectivo, según acuerdo del concejo municipal de San Salvador”, dijo Bukele en una nota enviada a la CCR el 21 de agosto de 2018.
Para la Corte, hay un riesgo en este tema de que la municipalidad pierda la inversión de recursos utilizados para el arrendamiento del inmueble y todos los costos relacionados con remodelaciones para que el mercado funcione porque no se le avisó al banco sobre los hechos.